Resulta muy llamativa la situación que se ha presentado en el juzgado de paz del municipio de Zacatepec, donde todos sus integrantes -el juez,
El secretario de acuerdos y el actuario- renunciaron al cargo debido a un presunto hostigamiento laboral.
Lo anterior exhibe que en las oficinas públicas municipales persisten conductas que se creía en el pasado y que afectan lo mismo a hombres que a mujeres víctimas de funcionarios de mayor jerarquía que consideran de su propiedad los cargos públicos.
A reserva de que se conozcan más detalles de la situación, se puede inferir que allí se ha incurrido en conductas sancionadas por la ley e incluso en delitos.
Los afectados harían muy bien en denunciar de manera formal la situación que viven, para que se finquen responsabilidades y eso sirva de disuasión allí pero también en otros sitios.