La situación que reportan los agricultores del poniente, alarmados por la falta de agua en la presa El Rodeo, es -desafortunadamente- normal luego de que el año que está por concluir las lluvias se redujeron drásticamente.
Una parte importante de la superficie agrícola de la entidad es de riego y de alta productividad, peor está destinada a cultivos -principalmente caña de azúcar, que requieren de enormes cantidades de agua.
Eso implica cambios drásticos en la programación de los cultivos de la entidad, para hacer frente a una situación meteorológica adversa que no tiene fecha de caducidad.
La adaptación de cultivos debe ir ligado a la construcción de una infraestructura de riego que permita conservar el líquido disponible, para que campo, ya azotado por muchas adversidades, no se quede sin gente que lo trabaje.