De julio a la fecha diez mujeres han muerto en el penal femenil federal ubicado en Michapa, municipio de Miacatlán. El reporte oficial dice que todos esos decesos han sido por propia mano, pero aún así resultan injustificables.
Las normas que supuestamente se aplican en ese tipo de instalaciones están hechas, entre otras cosas, para evitar que las internas atenten contra su vida.
No hay manera de justificar tantas muertes y no se puede ser omiso ante una situación así.
Las autoridades federales encargadas de ese tipo de prisiones deben dar a conocer el resultado de las investigaciones internas, pero salta la duda si en verdad las hay.
Nada justifica esa pérdida de vidas y, si todas fueron realmente por propia mano, entonces revelarían las atroces condiciones de reclusión que allí existen.