No han transcurrido ni diez días del año y ya comienza a surgir las acciones en contra de los actos cometidos por los diputados que controlan el Congreso local y los cómplices que les avalan con sus votos.
Seguramente los que viven bastante bien de usar en su beneficio las estructuras del Poder Legislativo buscarán un nuevo cargo público solo por la vía plurinominal, porque saben que de otra manera solo recibirán lo que merecen, el repudio popular.
Por lo pronto las acciones legales contra sus decisiones del año pasado ya han comenzado y pueden tener amplias repercusiones, pues si se reasignan presupuestos más de un organismo o dependencia se llevará un buen susto.
Eso pasa por la desconexión entre los intereses personales de los diputados y la sociedad morelense, que a pesar de que los alimenta muy bien no es escuchada.