Por diversos caminos variadas voces denuncian un día sí y otro también el crecimiento de los delitos cometidos desde el mundo digital.
Todo tipo de fraudes se cometen cada minuto en las redes sociales, pero también por otros caminos de la red mundial, sin que -al menos en México- los medios para combatirlos estén a la altura.
La creciente bancarización a través del teléfono celular y la omnipresencia de las redes sociales hacen necesario destinar mayores y más eficaces recursos al combate de los delitos informáticos.
La Policía cibernética debe ser algo real y no solo un nombre para llenar un requisito. Que crezcan los delitos mencionados no frenará a la economía digital pero deja cada vez más víctimas que merecen justicia.