Los que corren son tiempos de inestabilidad por las situaciones que cada tres años provocan los procesos electorales, lo que se complica cuando se renueva la titularidad del Poder Ejecutivo, como es el caso actual.
Pero hay eventos que podrían ahorrarse por innecesarios, como el uso de la fuerza en el proceso de negociación salarial entre los trabajadores administrativos y la UAEM.
Ayer las actividades de decenas de miles de personas -entre estudiantes y trabajadores de todo tipo- del campus Chamilpa se vieron alteradas al subir el sindicato de ese gremio el tono de sus presiones.
Lo que se requiere en un momento así es recurrir a las instituciones y mantener los cauces institucionales, porque de otra manera la convivencia social se ve alterada.
Es deseable que esos actos sean contenidos y que las negociaciones laborales se mantengan en el ámbito correcto, por la tranquilidad de la sociedad morelense.