Sí es criminal el uso irresponsable del agua, como lo externa la autoridad. Ahora falta incluir en las leyes la obligatoriedad para no desperdiciar el líquido, como es sostenido en la declaración oficial.
Queremos pensar en una creciente conciencia global por el peligro de la escasez. Sin embargo, es claro que las prácticas de desperdicio irracional existen.
Es ahí cuando es necesaria la legislación para abonar a la razón y a la preservación común del recurso vital.
El asunto del agua no puede esperar, pero el legislador en Morelos está secuestrado por la inmoralidad para ver por el interés general.