Nunca están de más las precauciones en las escuelas ante los imponderables por las elevadas temperaturas.
El periodo de incendios forestales y el estiaje son factores de riesgo que no deben amenazar el desarrollo normal de los procesos educativos.
Los protocolos de actuación en el sector educativo contemplan escenarios como la eventual falta de agua en los planteles, y es asignatura pendiente dotar esos inmuebles del mobiliario básico que permita cumplir los objetivos de los planes de estudios.
Lo deseable es que las contingencias no tomen desprevenidos a directivos y autoridades del sector.