La regulación del servicio que prestan los “mototaxis” en varios municipios del estado es un asunto detenido desde años atrás en la administración pública estatal.
Los intentos no han prosperado por múltiples factores. El trabajo no se ha hecho con seriedad, a pesar de que esa modalidad del transporte comunitario crece de manera relevante con el paso del tiempo en cada vez más poblaciones de la entidad.
La tarea requiere estudios, consensos y compromiso por parte de los actores involucrados en una misión que tiende a dar reconocimiento legal a una actividad que sustenta la economía de miles de familias en la entidad, pero que requiere seguridad y validez.