El transporte también es un reto para las nuevas administraciones de gobierno en el estado. Históricas resistencias, identificadas en los grupos de concesionarios que acaparan grandes cantidades de permisos, han impedido desde hace décadas el desarrollo y crecimiento del sector.
Las leyes en la materia no han tenido el alcance para obligar a los poseedores de las concesiones a brindar un servicio en estándares de calidad mínimos. La modernización de los parques vehiculares es una utopía, así como la profesionalización y dignificación de los trabajadores de ese gremio. De igual modo, asuntos como el equipamiento de unidades con sistemas de seguridad, o el trato correcto a las personas de la tercera edad, entre otros rubros, están olvidados por quienes hoy reclaman una tarifa de 14 pesos.
El transporte público en Morelos adolece de un rezago significativo. En la revisión de las tarifas del servicio debe considerarse un estudio para aspirar a un sistema eficiente, seguro y confiable.