Ayer se dio a conocer que el gobierno de Estados Unidos, que encabeza Donald Trump, pretende construir 10 centros de detención para migrantes indocumentados en bases militares de ese país.
A estos sitios llevarían a miles de migrantes detenidos para confinarlos mientras se lleva a cabo el proceso de deportación, pues el gobierno norteamericano ha señalado una falta de espacio en las instalaciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas.
Aunque se dijo que el plan aún está en sus primeras etapas, de concretarse, obliga al gobierno de México y a las entidades federativas a adecuar sus estrategias de atención a repatriados para dar un seguimiento minucioso sobre lo que acontecerá en esos espacios y no se violen más los derechos humanos de nuestros connacionales. Estos sitios serían los nuevos campos de concentración, llenos de personas cuyo único delito fue verse en la necesidad de salir de su país.