Ayer, por segundo día consecutivo y por cuarta ocasión en un mes, un grupo pequeño de vecinos de Xoxocotla que dicen ver afectados sus derechos cerraron la carretera Alpuyeca-Jojutla.
Es cierto que ahora existen vías alternas, peor implican largos rodeos, con el consiguiente gasto de combustible y tiempo.
Para colmo, los dueños y operadores de mototaxis reclaman para que se impida la circulación a un grupo de sus colegas a los que tachan de "piratas", a pesar de que ellos mismos viven en una extraña alegalidad, pues no hay reglamentación pero las autoridades del transporte los solapan.
Los inconformes tienen el derecho a protestar, pero el resto de los ciudadanos que son ajenos a sus reclamos tienen el derecho a circular libremente y la autoridad tiene la obligación de garantizar ambos derechos.
Hasta ahora sólo se ha inclinado hacia un lado, pero el descontento social que eso causa empieza a ser mayor que el enojo de los que protestan ya los que tanto temen los funcionarios.