Pese a que legalmente existe una suplente, los diversos grupos de presión han llegado al extremo de pedir la anulación de los resultados electorales para colocar en ese cargo a alguien afín.
El colmo lo representa el Partido de la Revolución Democrática, que en un alarde de cinismo dicen que en los tiempos electorales la actual suplente violó la ley y por lo mismo debe impedírsele asumir el cargo, a pesar de que fue ese partido el que registró y avaló la candidatura.
El símil con los buitres se antoja grotesco, porque esto parece rebasar cualquier sentido de la decencia.