Tampoco significa que pueda tener un fin de sexenio tranquilo, porque sus principales rivales (originalmente socios, a los que traicionó) han anunciado con la suficiente anticipación que recurrirán a otras instancias que aún no se agotan para tratar de que el mandato sexenal concluya antes.
Por lo pronto, los señalamientos de todo tipo contra Graco Ramírez brotan en cada esquina: ayer una asociación de agricultores denunció que los recursos destinados al campo por el gobierno federal ya fueron entregados al gobierno morelense pero no se han liberado.
Parece que yodo se trata de dinero. Numerosos programas se han quedado sin operar porque no hay dinero, lo mismo en el sector salud que el educativo, el agro o las obras públicas.
Lo grave del caso es que ese dinero que no aparece ya estaba presupuestado.
Eso suena a delito, pero no los mecanismos para iniciar cualquier procedimiento han permanecido cerrados, por lo menos hasta ahora.