La movilización de su madre, que organizó una marcha y cuestionó a las autoridades, está detrás de la intervención oficial. Sin embargo, miles de delitos, incluidos un número indeterminado de secuestros y más de un centenar de homicidios, esperan ser resueltos.
Quienes participaron en la acción hicieron bien su trabajo, pero sus jefes han demostrado que no hacen bien el suyo, porque en Morelos se asesina y se secuestra a plena luz del día, ya que los delincuentes no temen ser detenidos.
La madre del pequeño liberado nos ha mostrado el camino: se necesita movilizarse, protestar, reclamar a las autoridades para que actúen, porque por propia iniciativa nunca no se han dignado cumplir con su deber.