Desafortunadamente la sociedad ve con extraña normalidad que los lugares donde se promueven actividades sexuales no sean molestados y por lo tanto en su interior puede ocurrir cualquier cosa.
Los encargados de combatir los delitos hace tiempo que han mostrado su ineficacia, pero aun así no se puede dejar de lanzar exhortos a que cumplan con su labor, porque lo que está de por medio es la vida y la dignidad de seres humanos y no simples números. Por supuesto, eso que se denuncia no es la única variante de trata de personas, pero sí la más fácil de detectar.