A la espera de que se concluya el llamado "paso exprés", ayer finalmente entró en servicio el viaducto elevado que conecta las carreteras urbanas capitalinas con la autopista Cuernavaca, lo que reduce a minutos un recorrido que en horas pico podría tardar hasta dos o tres horas.
Es una gran noticia, no sólo para la industria turística, sino para otras actividades económicas que pueden verse beneficiadas con la reactivación del flujo de decenas de miles paseantes.
Confiemos en que la entidad estará a la altura de este regalo.