La autoridad municipal no ha encontrado una solución alterna y los pepenadores que allí trabajan exigen la reapertura.
La basura que generamos ha provocado ya enormes problemas, no sólo ambientales, sino entre grupos sociales, por lo que se requiere de una gran habilidad para solucionar el problema.
Lo más barato, pero también más dañino es seguir igual que siempre.