Sin embargo, dentro de las leyes existentes ya existen preceptos que pueden aplicarse para frenar a alcaldes que abusan de su poder.
Otra cosa es que las autorizadas sancionadoras se nieguen a actuar lo hagan de manera negligente.
El caso es que en lugar de esperar a que haya una nueva ley o una reforma para castigar algo que ya es sancionable bajo otra denominación, mejor que se actúe y se inicien procedimientos jurídicos para aplicar un freno a aquellos que ni siquiera disfrutan ya del privilegio del fuero constitucional.