La obra podría ser reanudada si el recursos destinado a la misma se sumaba a un proyecto del presidente municipal.
Durante al menos tres meses una parte de la plaza pública se volvió inaccesible y quedó como una simple zona en obra, sin posibilidad de destrabarse, hasta que finalmente se ha anunciado que seguirá adelante.
Ha sido un notable ejemplo de la descoordinación a la que se puede llegar y a las rivalidades políticas que existen en Morelos y sus consecuencias,
Por fortuna para los ciudadanos, al final se ha llegado a una conciliación, pero para que sea útil la lección que puede extraerse de esa historia tiene que servir para que no se repita en otros lugares.