Es una circunstancia afortunada que la entidad esté a salvo de las terribles secuelas de esa enfermedad, pero eso no debe servir de pretexto para que la sociedad baje la guardia en lo que al combate al mosco transmisor se refiere.
El zica y dos enfermedades más tienen la misma fuente de contagio, pero que no se puede combatir sólo con recursos institucionales, sino que requiere la colaboración de toda la ciudadanía.
Retirar todos los objetos susceptibles de servir de nido al mosco y mantener limpios todos los sitios es una tarea de cada familia.
Los casos que superen sus fuerzas y que requieran una intervención superior deben ser señalados a la autoridad, pero nadie puede dejar de participar.