Señala que con el objetivo de concentrar los recursos destinados a infraestructura, desaparecerá los planteles con pocos alumnos, generalmente localizados en pequeñas poblaciones, y dejará que sea el Consejo Nacional para el Fomento Educativo (Conafe) el organismo que tenga a su cargo la educación en los lugares afectados por la medida, a pesar de no tiene profesores de carrera sino jóvenes becarios con escasa preparación.
El estudio desconoce la demografía del país y nos regresa a la primera mitad del siglo pasado, cuando los jóvenes de pequeñas comunidades quedaban prácticamente excluidos de la educación si sus familias no podían costear su traslado a las poblaciones donde existieran las escuelas del grado que requerían.
Esperemos que la sociedad sea capaz de frenar semejante barbaridad disfrazada de eficientismo.