Ese tipo de acciones son constantes y sus motivaciones son de lo más variado pero el resultado siempre es el mismo: los ciudadano ajenos a los conflictos son los principales afectados.
Apenas hace unos días, vecinos de Temixco acudieron a Cuernavaca a bloquear la avenida Morelos y parte de la autopista del Sol. Y así se pueden mencionar demasiados ejemplos de una práctica egoísta que causa un grave daño a la entidad.
El derecho de libre tránsito no debería ser afectado por el derecho de manifestación. Ambos son igual de importantes y deben garantizarse.
Quizá bastaría con la obligación ciudadana de mantener parcialmente el libre paso de personas y vehículos donde se realice una protesta y que la violación a una disposición así se sancione.
Sería un verdadero paso adelante y los beneficios superarán cualquier daño que se pueda alegar contra el derecho a manifestarse.