El Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (Impepac) tomó medidas encaminadas a lograr la paridad de género que llevaron a que todos los cargos a las sindicaturas fueran ocupadas por mujeres.
Pudo haber sido un avance, pero está incompleto, porque en el caso que nos ocupa y en al menos dos Ayuntamientos más no fue posible que la titular de esa plaza pudiera desempeñar sus funciones.
La destituida síndica de Amacuzac denuncia que hubo dolo en la forma en que fue separada, porque nunca se le informó del procedimiento en su contra. Y además acusa a personal del Tribunal de Conciliación y Arbitraje de colaborar en el complot que la dejó fuera del cabildo.
La acusación es grave y debe investigarse. Por lo pronto, la mujer afectada requiere de una buena asesoría, que le permita usar los medios de defensa adecuados a fin de que sea escuchada y la decisión que la daña sea analizada por un juez, para determinar su legalidad.