Dicen que para tener la lengua larga hay que tener la cola corta, pero como no es el caso en ese partido, pues poco pueden hacer para participar activamente en la discusión, ya no digamos en la búsqueda de soluciones, de los graves problemas que afectan a la entidad.
El PRI, por su lado, acaba de agarrar su segundo aire, ahora que tienen una mejor coordinación y se dan el lujo de mostrar fuerza.
El PAN se cura en salud y se amarra el dedo antes de cortárselo. Aunque dicen apoyar las acciones de su líder máximo, mencionan que por esos mismos actos perderán votos.
Así es que el divorcio entre partidos y ciudadanos se mantiene en este inicio del 2011, a unos meses apenas de que esos mismos partidos pongan su cara de palo ante el electorado para pedir el voto que la mayoría no se merece.
Pero como no hay alternativas, menos la posibilidad de promover candidaturas ciudadanas, pués siguen cínicamente con su misma actitud.