LO malo es que en la política, o mejor dicho, en el ejercicio de sus derechos políticos, un elevado porcentaje de mis paisanos también compran lo que vende la televisión, lo que ha hecho que Peña Nieto, un hombre sin trayectoria ni ideas propias aparezca ya como el virtual presidente de México y los viejos políticos priistas –incluso los maduritos y experimentados- se arrodillen ante un joven que es lo que es por la escenografía que tiene atrás.
Y ya viene de nuevo el espectáculo, el proceso electoral que sirve para renovar los rostros de las instituciones, aunque sus acciones se mantienen.
Y temo que la marcha que tuvo lugar ayer se contamine y todos los participantes sigan desde hoy con su vida de siempre mientras quienes delinquen regresan a las andadas, sin que nadie vuelva a levantar la voz hasta la espera de que un ciudadano notable sea perjudicado.
Ojalá Javier Sicilia no se conforme con lo que haya visto en la marcha y pida más. Sé que tiene la dolorosa motivación pero no sé si la energía para sobreponerse a la gran fábrica de mentiras que se ha puesto a andar desde hace tiempo ahora banalizar y dejar sin contenido hasta las mejores intenciones.