Por supuesto que ya sabía de lo que iba a escribir, pero este animal –ni tan animal- metió su cuchara y no me quedó otra salida que escucharlo y tomar sus ideas, pues de otra forma no me dejaría en paz.
Y su tema no era cualquier tema. Me indicó –ya casi era orden- que lo que más quiere saber la gente, lo que más le preocupa, es la cuestión económica.
Que más allá de las declaraciones triunfantes de los funcionarios que hablan de quién sabe cuántos miles de empleos creados (que sólo ellos ven) y de indicadores de avances construidos para que salgan positivos, lo cierto es que la gente busca por todos lados señales de la recuperación tan cantada y tan inexistente.
Pero fue más claro y preciso al señalar que los datos de que dispone –así dijo- hablan de la necesidad de frenar el endeudamiento gubernamental a todos los niveles, ya que ha sido con deuda como los que gobiernan han mantenido las cosas en su lugar.
Endeudarse es traer dinero del futuro al presente, pero cuando se rebasa la capacidad de pago, es dejar al futuro sin dinero. Y por eso me preocupa lo que ha dicho Pingo. Alcaldías como Cuautla, Temixco, Zacatepec, Puente de Ixtla y Jojutla han rebasado ya esa capacidad y aparte no reducen su gasto corriente. Gastan más cuando tienen menos.
De acuerdo a la advertencia del Pingo, las próximas leyes de ingresos de los municipios estarán llenas de cobros nuevos y exorbitantes. No es raro pensar que el próximo año los ciudadanos comencemos a pagar a lo grande los excesos de quienes ahora son nuevos ricos y están impunes. Y eso, sin señales de que la economía en general mejore. Algo tenemos que hacer.