Él está sorprendido porque nadie ha hecho nada para frenar el derroche, la corrupción y el endeudamiento, porque no entiende como los seres humanos no nos damos cuenta de que las deudas tienen que pagarse y no serán principalmente quienes las contrataron los que habrían de hacerse cargo de los compromisos.
Por eso sigue en su cruzada de hacer cosas que permitan “despertar” (últimamente le ha dado por usar un lenguaje procaz, por lo que no puedo transcribir el verbo exacto que utilizó) a aquellos que –como decía líneas arriba- terminarán por pagar las consecuencias.
Y su mirada, una mirada muy perruna, por supuesto, se enfoca a los políticos de todos los partidos, ya no hace excepción, pues afirma no tener ni una sola referencia positiva de quienes se dedican a esa actividad.
Pingo considera que el mal es intrínseco a los partidos políticos, cuyos integrantes, y sobre todos los dirigentes, solo buscan el bien común… de su familia. Una vez más lo tuve que detener en sus propuestas extremistas y por enésima vez le repetí que la castración no es castigo permitido (no sé porque es su sanción favorita) pero él quiere que usted y yo nos demos cuenta que con la pasividad que hoy enfrentamos a los políticos las cosas no pintan bien.
Al respecto dijo que por estar ya en plena campaña política (adelantada, ilegal pero aceptada por todos) las propuestas más absurdas pueden terminar convertidas en leyes en un plazo muy corto, lo mismo en materia de seguridad (para legalizar lo que hoy se hace de manera ilegal y someter a la ciudadanía al imperio de la ley… del más fuerte) que en eso de la reelección de determinados cargos de elección, como si no supieran lo costoso que resultó para México semejante cosa.
Pingo me sorprendió por sus conocimientos de Historia nacional, pero sobre todo por lo que parece es una enrome vocación patriótica, que sin embargo le hace sentirse –así lo confesó- como Noé cuando tenía que construir el arca y nadie le creía lo del diluvio.
Finalmente, cansado de sentirse incomprendido, el audaz y creativo can dijo que echará mano de sus amigos para darse a entender mejor. Bueno, en realidad dijo que hasta su amigo el burro que vive en la colonia donde está la casa de ustedes ya le entendió, pero el jinete del animalito sigue en la ignorancia o la indiferencia.
Mañana les cuento mas detalles.