--“¿Y tú qué estás trabajando?”
--“Busco una posición en el senado, señor”, contestó el cuestionado ex alcalde de Jiutepec.
--“Busca ser candidato al gobierno, eso debes hacer”, le dijo López Obrador.
Declarado lopezobradorista aunque con nada de la práctica del tabasqueño en el ejercicio del gobierno, Rabín lo interpretó de manera institucional y seguramente no quiso contradecirlo. Andrés Manuel, quizá, siempre creyó en el sobrino de Othón Salazar para este cargo. O causó efecto un expediente entregado tras un mitin en una de sus últimas visitas, donde acreditan que Salazar Solorio tiene problemas serios y hasta graves en los órganos de fiscalización estatal y federal.
Finalmente la jugaron Rabín, Iragorri y Graco con los resultados por todos sabido: Graco gana, Raúl es segundo y Rabín queda en un extraño pero cierto tercer lugar. Lo llamamos de esta manera porque él siempre manifestó su inquietud por ser senador –ni siquiera diputado federal—y el integrarlo de última hora, los números que saca, indica que si se prepara con tiempo, pudo ganar a Graco. O Andrés Manuel dio la orientación a destiempo. O el tabasqueño quiso hacer a un lado la posibilidad que ya Rabín como un candidato aceptado por él, en su camino al gobierno de Morelos, aparecieran (como está sucediendo) expedientes graves que lo tumbaran. Una jugada magistral si era así. Lo que evidencia, también, es que Andrés Manuel con Graco Ramírez nunca van a volver a tener amistad. Existe un odio recíproco. No mala relación. Es odio, cuando menos en las manifestaciones de Ramírez Garrido Abreu eso fue evidente, siempre, lo despreciaba y exhibía duramente.
La nota es interesante porque no son todas las fuerzas contra Graco, sino que van encima de la primera posición de Fidel Demédicis Hidalgo al senado. Si Graco ganara, lo que se antoja complicado, pero el PRD—Morena y Anexas logran la segunda posición, el temixquense es senador. Está en una posición muy cómoda.
Se percibe en el ambiente de las izquierdas (como hacen llamarse aunque aparezcan sujetos como el anaranjado hoy ciudadanizado farsante, negociante y corrupto peloncito de Tabachines) que ven difícil ganar el gobierno. Los afanes de Graco, entendemos, van más allá de ser o no el vencedor: él sabe lo que cuesta gastar o no gastar en una campaña de este tipo, son fortunas que mitigan cualquier presunto dolor de derrota.
La movilización de anteayer muestra que a Fidel lo pueden mover de ahí. Falta que Demédicis haga la suya, tiene gente, puede lograr esa o mayor asistencia si de números se tratara. El asunto es que aquí había personajes con peso mayor en el movimiento que encabeza Andrés Manuel López Obrador, desde el doctor Mario Rojas Alba hasta lo inconcebible, Juan Salgado Brito --manifestándose en la calle que, con todo cariño al auténtico Cuadrado de Temimilcingo, abrase visto—pasando por el propio Rabín.
¿Qué pasa en Morelos? En el PRI se dio un evento desconocido para el históricamente ordenado y obediente partido, que tiene a Manuel Martínez Garrigós como presidente del comité estatal y en posición más favorable, tras el fallo que lo alejó de la nominación a gobernador. Hubo rebeliones en un solo partido. Aquí sucede algo parecido, pero son varios partidos y muchas corrientes. No sabemos exactamente de números, pero parece que los grupos predominantes son Graco, Fidel y Rabín. Luego hay varios que también son de influencia: Mario Rojas Alba, lo que era Convergencia, el PT con el dúo Rigoberto Lorence-Tania Valentina y de seguro más.
Ya no es Graco en apariencia, se trata de Fidel. Éste mostraba cada que podía el músculo, tiene un grupo con estructura sobre todo al interior del Estado, no es político mediático como varios de los que hoy lo impugnan. Si se trata de formar filas y contar adeptos, seguro Fidel le gana a cualquiera aquí, incluido Graco. Andrés Manuel es un político que conoce a la gente, es una computadora de datos y sabe exactamente quién es quién. A lo mejor quiso que Rabín fuese su candidato, o lo hizo para que el compromiso contraído con Los Chuchos para que fuera Graco en Morelos, se complicara un tanto. O fue el famoso expediente. La cosa es que en la relación odio—odio que tienen los tabasqueños, está arrastrando al PRD, a la propia Morena y a los que les acompañan en esta coalición o frente que se presenta como alternativa de poder.
1 comentario
Hey
Me da risa Rabin y su camarilla entiéndase Rabadán, que es lo… Compartelo!