Ayer fue como invitada, en su calidad de Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología. Fue una reunión de pares, pero a ella se le notó el peso de la responsabilidad.
Más allá de lo notable que resulta que encabece la primera secretaría de ciencia en la historia de México -lo mismo a nivel federal que estatal, pués son hay aún nada parecido- la presión de dar buenas cuentas debe ser enorme.
No es la única. Alicia Vázquez Luna debe estar igual de tensa, más porque a ella le han comenzado a crecer los enanos del circo que maneja.
Lamentable que hayan matado a uno de sus agentes –que murió en el cumplimiento de su deber- y cierto es que apenas se han cumplido algunos días del actual gobierno.
Pero también es un claro ejemplo de que no habrá luna de miel.
El México que garantizaba tranquilidad social por sí mismo durante al menos cien días de cada nueva administración ya no existe.
Canito, el perro salchicha que hace unos días le dio por compartir sus profundas y reflexivas meditaciones, señala que los políticos –de cualquier color- siguen siendo los mismos de siempre, aunque el país haya cambiado.
Y ese es el problema más grande que debemos enfrentar para tener una mejor sociedad.