Una vez cumplido el rito buscarán dónde y como burlar la ley seca y la "celebración" puede prolongarse hasta el amanecer.
Después volverán a lo que mejor saben hacer: huir de la realidad a través del futbol, los programas televisivos de "realidad" y algún otro distractor, para no ver que la indiferencia de la que desde varios lustros hacemos gala ya nos cuesta demasiado caro.
Simplemente las promesas de modernidad y crecimiento del gobierno federal han quedado sepultadas bajo el peso de los recortes.
México cambió demasiado en los últimos años, para mal. Perdimos derechos, perdimos ventajas, perdimos beneficios sociales que hoy son motivo para que unos cuantos hagan negocio. Bastaría con preguntarle al lector si no se ha dado cuenta que tiene más de veinte años que no se construye una escuela primaria nueva, pero sí muchas escuelas de paga.
Ojalá hoy en la noche haya un poco de tiempo para la reflexión, sobre todo aquella que nos diga que la búsqueda de la independencia de éste país no fue labor de un día y que costó bastante llegar atener lo que tuvimos, para que lo dejáramos perder.