Y en torno a lo anterior, el secretario de Administración, Javier Barona Lavín, reconoció que “todavía los secretarios de despacho, con base en las instrucciones del mandatario, no elaboran sus diagnósticos internos, pero no se descarta que se asuman acciones de fondo que incluyan nuevas bajas en las nóminas de la burocracia”.
Recordó que ya durante el año en curso se aplicaron programas de austeridad, precisamente previendo condiciones poco benévolas a futuro, sin embargo, parece que los alcances serán mayores de lo esperado y se deberá hacer otra revisión, porque las anteriores pudieran quedar cortas para el tamaño de los ajustes. La reunión de gabinete fue precisamente para recibir las orientaciones del Ejecutivo, pero las acciones a tomar están en proceso, confió.
EVALÚA GRACO AL GABINETE, PODRÍA HABER CAMBIOS
Y por su lado, el secretario de Gobierno, Matías Quiroz Medina, también habló sobre el tema, señalando que tras el mensaje presidencial, Ramírez Garrido convocó al gabinete de primer nivel y el ampliado, para hacer una evaluación en el desempeño de cada uno de ellos, de entrada, se diría que hay avances y retos.
El funcionario agregó que la Secretaría de Hacienda hace cálculos y reprogramaciones, con la posibilidad de ir a un segundo decreto de austeridad, porque la idea sería llegar a un mayor adelgazamiento de la burocracia a fin de aligerar la carga, porque igual y la propuesta de presupuesto hacia el año que viene, partiría de base cero.
Pero tanto él como Barona Lavín coincidieron en que hay áreas que no se pueden tocar, por ser las fundamentales en una sociedad, lo que tiene que ver con la seguridad, la educación y la salud o cultura, y es a donde más recursos se van, fuera de ahí, nada es seguro y podría sufrir modificaciones de cuyo alcance todavía no tenemos la medida.