Sólo funcionarios de segundo y tercer nivel acudieron a sus respectivos despachos y algunos de ellos confiaron a La Unión de Morelos que la mayor parte de los burócratas debieron trabajar en sedes alternas para no quedar atrapados o encerrados en caso de que se tomaran los edificios públicos.
En cuanto a los secretarios de despacho, confiaron también que habían sido concentrados en un solo lugar, posiblemente lo que denominan la sede oficial, donde estarían dando seguimiento a los pormenores de la manifestación.
Pero los titulares de la Secretaría de Gobierno, Matías Quiroz Medina; de la Comisión Estatal de Seguridad, Jesús Alberto Capella Ibarra; y de la Fiscalía General de Justicia, Javier Pérez Durón, estarían en un punto diferente y en alerta, a fin de intervenir en casos de urgente necesidad.
Un considerable número de policías resguardaron los edificios del Poder Legislativo, Ejecutivo y Judicial, además de que cientos de agentes disfrazados de civil estuvieron monitoreando a detalle el comportamiento de los tres contingentes que salieron de tres puntos hacia el zócalo capitalino. Pero el mismo funcionario admitió que finalmente el saldo fue blanco, porque se evitaron excesos como en otras ocasiones.
Cabe señalar que incluso empleados en activo, sobre todo mujeres y jubilados burócratas, se sumaron a las manifestaciones de protesta. Uno de ellos dijo al reportero que discretamente se habían distribuido a lo largo de los contingentes, a fin de no ser descubiertos, ante la amenaza de sanciones de parte de sus jefes y superiores. En concreto, el Palacio de Gobierno lució vacío como cualquier fin de semana para evitar contratiempos.