El temor del director del DIF era que se descubrieran que los productos y las cantidades que aparecen en las facturas no corresponden a lo que se entregó realmente, que los precios están inflados y que muchas cosas se manejaron como “donaciones”.
Pero La Cosmopolitana S.A. de C.V. no sólo trabajó con los panistas, sino con priístas, perredistas y ahora al parecer con morenistas.
Sin embargo, su verdadero negocio no está en los desayunos escolares para el DIF, sino en la comida para los policías e internos de los diferentes centros de reclusión.
Una investigación realizada por VICE y Quinto Elemento Lab reveló que esta compañía (perteneciente al Corporativo Kosmos) se ha convertido, sigilosamente, en el monopolio del servicio de comidas para un enorme número de mexicanos cautivos.
Según los 704 contratos a los que tuvo acceso este equipo de investigación, en 2002 este proveedor tenía negocios con el gobierno por al menos seis millones de pesos (mdp). En 2009, por 343 mdp. Para 2018 tenía contratos por más de cinco mil millones de pesos.
De acuerdo con esta investigación, Corporativo Kosmos tiene tal fuerza que ha logrado contratos por al menos 29 mil 76 millones de pesos entre 2002 y lo que va de 2019 –una tercera parte sin licitación–. Esto, sin contar los que firmó con Pemex y sus subsidiarias, y que la paraestatal se negó a entregar.
Las empresas de Corporativo Kosmos como La Cosmopolitana, alimentan a los enfermos que duermen en el IMSS, a los niños en guarderías del DIF, a los atletas del alto rendimiento y a trabajadores que pasan semanas en las plataformas marinas de Pemex, damnificados y policías. También dan de comer al personal administrativo, custodios y reos de 14 penales federales, a presos de las 15 cárceles de la Ciudad de México y de prisiones en otros estados, entre ellos Morelos a través de Alberto Capella Ibarra.
Pejsach Landsmanas murió en 1992, a los 74 años. Sus hijos –hoy de 70 y 54 años–, y más recientemente su nieto, Jack Landsmanas Stern, un economista del ITAM de 42 años, compraron y se asociaron a empresas del ramo y conformaron un grupo de al menos siete empresas de alimentos que compiten, a menudo en cártel, por los contratos del gobierno.
Según pudieron conocer por diversas fuentes VICE y Quinto Elemento Lab, los ejecutivos de Corporativo Kosmos han seguido una estrategia agresiva que incluye amenazas a sus rivales e incluso intentos de inhabilitar a sus contrincantes, y presuntos tratos con funcionarios encargados de las compras en gobierno a fin de que se inclinen a su favor.
Un presunto caso asomó por accidente, en noviembre de 2010, luego que peritos de la Dirección General de Servicios Periciales de la Procuraduría General de la República analizaron la laptop, el teléfono Blackberry, un radio Nextel y tres discos duros de César Mora, coordinador de Adquisición de Bienes y Contratación de Servicios del IMSS. Estaban buscando evidencias de tratos indebidos y posiblemente ilegales de Mora con ejecutivos de dos farmacéuticas.
En su búsqueda encontraron correos de Jorge Landsmanas y del representante legal de una de sus empresas. En uno de los correos electrónicos, que divulgó Televisa en el noticiero de Joaquín López Dóriga en 2011, Jorge Landsmanas indicaba lo siguiente: “Los párrafos en ROJO se eliminan”; “Los párrafos en VERDE se integran”. Según informó la televisora, Jorge Landsmanas conspiraba con Mora para adecuar las bases de una licitación.
César Mora dijo en entrevista con este medio que él ya no trabajaba en el IMSS cuando el escándalo mediático se dio, pues los hechos ocurrieron muchos meses antes, casi un año; y esto nunca se aclaró en Televisa. Indicó que fue “crucificado sin razón” y que la Secretaría de la Función Pública “inició un procedimiento de investigación, y meses después concluyó que no existía prueba y/o evidencia que pudiera resultar en sanción por actos irregulares”.
Según Mora, su correo electrónico estaba dado de alta para recibir los mensajes de muchos proveedores en la etapa de las pre-bases, cuando ellos tienen autorizado, por ley, sugerir cambios a los requisitos de una licitación. Aún así asegura que él no contestó al mail del señor Landsmanas. “Yo pude demostrar perfectamente que esos correos eran un asunto de un procedimiento legal y establecido en la ley de adquisiciones”, aseguró, y entregó un documento fechado en 2018 por la SFP, que indica que en este momento no está sancionado.
Pero la investigación a Mora y los Landsmanas, iniciada en 2010, echó a andar una auditoría a la entrega de alimentos de La Cosmopolitana. A partir del 18 de febrero de 2011 y cada mañana durante tres meses, un equipo de auditores revisó los alimentos que entregaban casi al amanecer a cuatro hospitales generales en la Ciudad de México.
El de Laura Sánchez Ley y Karla Casillas fue uno de los cuatro proyectos seleccionados en la primera Convocatoria de Quinto Elemento Lab, una incubadora de reportajes de investigación. Laura y Karla eran reporteras de VICE Noticias al momento de la investigación. Laura ahora trabaja con Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad y Karla con mexico.com.
Según fuentes consultadas en la Comisión Estatal de Seguridad Pública, durante todo el tiempo que La Cosmopolitana fue proveedora de los alimentos para policías, nunca le faltó una buena ración con los mejores cortes de carne para el titular de la CES, Alberto Capella Ibarra, productos que obviamente nunca aparecían en las facturas.
Quizás por eso Capella está haciendo todo lo posible por llevarse a La Cosmopolitana a Quintana Roo.
HASTA MAÑANA.