El reporte de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Veracruz indica que el auto de Vallejo y sus acompañantes fue interceptado por "los ocupantes de otro vehículo que les dispararon en repetidas ocasiones".
Pero el asesinato de funcionarios municipales ya no es noticia en México. Apenas unos días antes habían encontrado el cadáver del alcalde de Nahuatzen, Michoacán, sin olvidar que hace tres años el municipio morelense de Temixco fue conocido a nivel mundial por el asesinato de su alcaldesa, Gisela Mota, en el primer día de su trienio.
Lo que realmente está provocando un escándalo político es que salió a la luz pública un audio en el que Maricela Vallejo denuncia amenazas de muerte por parte de la exalcaldesa panista, Angélica Méndez Margarito, y su esposo Ricardo Pérez Marcos, quien ocupa el cargo de síndico y eventualmente podría ocupar la alcaldía.
De acuerdo con la grabación difundida por el portal La Silla Rota, en 2017, Méndez Margarito y Pérez Marcos decidieron utilizar como “prestanombres” a Maricela Vallejo para competir por la candidatura a la presidencia municipal por Morena.
Lo anterior, luego de que Pérez Marcos no pudiera registrarse como candidato del PAN debido a que se tenía que cubrir una cuota de género.
Ella y su familia dormían en el suelo en una casa de madera en Mixtla. Lo habían perdido todo por culpa de la adicción al alcohol de su padre que sobrevivía pepenando basura. Ella, buscando mejores condiciones se había mudado a la ciudad de Zongolica, en donde estudiaba y trabajaba de domingo a domingo en un puesto de ropa en el mercado municipal.
“Entrando en confianza, me dijo el ingeniero (Pérez Marcos), tengo esas palabras en la mente: ‘Espero que nunca nos traiciones. Más bien, espero que no me traiciones'”, declara la hoy occisa en el audio.
A pesar de que Vallejo fue registrada oficialmente como la candidata panista, ella no aparecía en los eventos públicos ni recibió la constancia, ya que la idea era que renunciara para ceder su cargo a Ricardo Pérez, quien se registró como síndico.
Una vez con el triunfo, la alcaldesa electa no renunció y continuó con sus labores, hasta que ocurrió el homicidio.
¿Cuántos casos similares habrá en el resto del país? ¿Cuántos casos estarán ocurriendo actualmente en Morelos?
Lo más cercano a esa situación es el caso de Cuautla. El alcalde Jesús Corona es recordado como chofer y agente de la Policía, luego regidor y últimamente director de servicios públicos de la heroica ciudad. Su ficha personal que aparece en los registros de Transparencia señala que no terminó la secundaria.
Es un secreto a voces que quien manda en el Ayuntamiento de Cuautla es Ricardo Robledo, esposo de la senadora Lucía Meza Guzmán, y que tiene metida en la nómina a toda su parentela. La única diferencia es que Jesús Corona obedece ciegamente a la pareja Robledo-Meza, consciente de que sin ellos no hubiese podido obtener la candidatura para ser impulsado por la ola Morena y llegar hasta donde está.
La semana pasada conocí al alcalde de Huitzilac, Ulises Pardo Bastida, en una reunión en la que si no nos dicen que es el presidente municipal nunca lo hubiéramos imaginado. Me dicen que carece de experiencia en la administración pública y eso se nota a leguas. También es un beneficiario de la ola morena (nosotros creemos que más bien fue un tsunami), que llevó a muchos personajes improvisados a diputaciones y alcaldías.
Ocurre lo mismo con la alcaldesa de Temixco, Juana Jazmín Solano López, quien salió beneficiada por la serie de infortunios que ha afectado a ese pequeño municipio pegado a Cuernavaca. Fue directora del Sistema de Agua Potable de la colonia Rubén Jaramillo y oficial mayor con la alcaldesa Irma Camacho, lo que no es suficiente para llevar las riendas de un Ayuntamiento.
A Temixco se lo han peleado los diferentes grupos del Partido de la Revolución Democrática y ahora los morenistas. Hasta ahora no ha habido escándalos, pero en cualquier momento podría cometer una novatada. Detrás de Juana Solano están los ex diputados federales perredistas Javier García Chávez “El Gato” y Anastacio “Tacho” Solís Lezo.
Nos comentan que a lo largo del territorio morelense abundan alcaldes que llegaron al cargo por pura suerte o porque se inmiscuyeron en enjuagues parecidos a los de Maricela Vallejo. Es decir, son alcaldes o alcaldesas que se caracterizan por la improvisación y ya iremos dando cuenta de ello en este espacio.
En el otro extremo están Agustín Alonso, de Yautepec, quien al ser su segundo periodo por lógica tiene más experiencia y debe concluir proyectos importantes; Rafael Reyes Reyes, en Jiutepec, quien ya fue secretario municipal y alcanzó la presidencia municipal en su segunda oportunidad, respaldado por una trayectoria importante en la administración pública, de ahí que debe demostrarlo en los hechos.
En Jojutla Juan Angel Flores Bustamante debe demostrar que de algo sirvió su perseverancia en buscar ese cargo, primero con la bandera del PRD y ahora con la ola Morena.
Yecapixtla sigue en poder de los panistas, es el único reducto que les queda y deben cuidarlo. Francisco Erick Sánchez Zavala logró refrendar la preferencia de los votantes en las pasadas elecciones y debe entregar buenas cuentas, no solamente a nombre de los panistas, sino también de la familia que mantiene el monopolio desde hace varios trienios.
Los antes mencionados no tienen derecho a equivocarse ni a caer en improvisaciones.
HASTA MAÑANA.