Recordemos que el actual fiscal del Estado, Uriel Carmona Gándara, es notario con licencia. Y ¿sabe usted quién es la persona que lo suple en la Notaría seis? Pues su esposa.
María Luisa Sánchez Osorio se desempeña actualmente como notaria suplente en la Notaría Pública Número 6 pero al mismo tiempo es Juez de Primera Instancia con licencia del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) del Estado de Morelos.
Al respecto, la Ley Orgánica del Poder Judicial, establece en su artículo 12 que “todos los servidores públicos encargados de la administración de justicia están impedidos para el ejercicio de la abogacía, a excepción de la inclusive, y no podrán desempeñar cualquier otro cargo, empleo o comisión oficiales que sean remunerados”.
No obstante, el 11 de abril de 2018, la Juez Sánchez Osorio presentó a los Integrantes de la Comisión de Magistrados de Administración, Vigilancia y Disciplina del TSJ, una solicitud para ausentarse temporalmente de sus funciones “toda vez que he sido invitada por el ejecutivo estatal a ocupar el cargo de fedataria suplente, licencia de mérito que requiero me sea autorizada a partir del trece de abril de 2018, y hasta el tiempo en que subsista el ejercicio del condigno cargo”.
Para algunos abogados existe un conflicto de intereses que la notaria seis sea juez del Tribunal Superior de Justicia y además esposa del fiscal.
Sin embargo, para la ex presidenta del Colegio de Notarios, Patricia Mariscal Vega, no hay tal irregularidad, incluso le ve algunas ventajas.
“No, en el Reglamento de la Ley del Notariado se estipula que cualquiera puede ser mientras pase los exámenes y cumpla con los requisitos de Ley”, contesta en entrevista la ex contralora.
- ¿El hecho de que el señor Uriel y la Doctora María Luisa sean esposos, no es impedimento tampoco? Se le cuestiona.
- No al contrario. Yo por ejemplo fui secretaria de la Contraloría, y mi hijo se quedó al frente de la Notaría 4 años y medio, el tiempo que yo estuve fuera- revira.
Y luego explica:
“O sea aquí nosotros no somos empleados de gobierno por lo tanto no es, ni nepotismo, ni hay impedimentos legales por el parentesco al contrario ese es nuestro negocio, a mí, a nosotros los notarios el gobierno no nos paga, ni el personal, ni las instalaciones, ni tenemos un sueldo, nosotros nos hacemos cargo de nuestras notarias.
“Nos da la patente, sí, y es quien nos vigila que todo se haga conforme a derecho. Además, ¿Quién mejor que un hijo de nosotros, nuestro cónyuge o algún pariente nosotros le enseñemos en oficio del notariado para que cuando uno necesite o muera, o necesite que nos sustituyan pues que mejor que ellos?”.
En opinión de algunos abogados, lo anterior es legal, pero nunca ha sido saludable que se concentre tanto poder en unas cuantas familias.
Últimamente se ha dado el caso de que varias notarías están juntas y corresponden a padre e hijo.
“Somos notarías asociadas. Mi hijo es Notario 12; yo soy 5; él tiene su protocolo y yo tengo el mío; el notario 2 tiene a su hijo que es Notario 11 y también son asociados y está el notario Acosta que también está su hijo asociado.
- ¿No le ve usted un tipo de desventaja?- inquerimos.
- ¿Desventaja para quién?- contesta.
- No sé, pareciera que para ser Notario se requiere ser “hijo de Notario”
“No, no se requiere ser hijo de Notario. Es más, si hacemos un recuento hay pocos hijos de notarios. Si quiere recorra las 27 notarías y aquí le puedo decir:
Hugo Salgado tiene un hijo; Francisco Rubí, no tiene; Héctor Bernardo López Quevedo tampoco tiene; Patricia Mariscal si tiene; Uriel Carmona no tiene; Eduardo Méndez Serrano tampoco tiene; José Antonio Acosta tiene; Sandra Denisse Gómez no tiene, Hugo Manuel Salgado pues es el hijo; Gerardo Cortina pues es mi hijo; Raúl Israel Hernández no tiene; Enrique Hernández no tiene; Juan José Hernández no tiene; César Eduardo Güemes no tiene; Jesús Toledo no tiene; Luis Felipe Javier no tiene; Juan José de la Sierra no tiene; Armando Agustín Rivera no tiene; Neftalí Tajonar no tiene; Martín de la Cruz no tiene; Manuel Carmona no tiene; María Julia Bustillo no tiene; Gregorio Alejandro Gómez Maldonado no tiene; Marcelino Fernández no tiene y José Antonio Hernández no tiene.
“Cómo lo ve somos tres notarios los que tenemos hijos notarios de 27 que somos”, contesta Patricia Mariscal.
Y ante la explicación de que son algunos abogados quienes están criticando que los notarios estén adquiriendo mucho poder, la declarante señala:
“Nunca hemos sido queridos por los abogados por lo mismo, creen que esto (la patente de notario) es un regalo de Dios inmerecido”.
HASTA MAÑANA.