No en balde muchos diputados comenzaron siendo modestos regidores y de ahí financiaron sus campañas. Otros (como Romualdo Salgado Valle y Jesús Martínez), ya es la tercera y segunda vez –respectivamente- que ocupan el mismo cargo; en tanto que muchos más, fueron alguna vez regidores y siguen disfrutando de los beneficios económicos que pudieron obtener en tres años.
Por esta ocasión nos vamos a enfocar al municipio de Cuernavaca, donde –como ya sabemos- ganó las elecciones la coalición Juntos Haremos Historia, conformada por Morena, Partido del Trabajo y Partido Encuentro Social.
El cuerpo edilicio quedó conformado por Antonio Villalobos Adán (suplente del candidato José Luis Borbolla, quien fue descalificado por el Impepac); la Síndica Marisol Becerra de la Fuente y los regidores José Julián Mojica Martínez y Anayeli Rodríguez Gutiérrez, electos por Morena.
La primera fuerza de oposición es el Partido Acción Nacional, pero eso de oposición ha sido sólo de nombre, pues en los hechos los regidores blanquiazules se han mostrado “flojitos y cooperando” en todo lo que les pide el alcalde. Recuérdese aquella foto a unos días de haber concluido la jornada electoral, donde aparecía el ex candidato Javier Bolaños Aguilar abrazado del hoy alcalde.
Pero no ha sido de a gratis. Jesús Martínez Dorantes, de quien ya mencionábamos es la segunda ocasión que ocupa el mismo cargo, tiene a su hermano Jesús Antonio (a quien hacíamos como subsecretario de Gobierno en el gabinete de Cuauhtémoc pero resulta que ya no) en la Dirección de Patrimonio Municipal.
Martínez Dorantes prácticamente ha iniciado ya su campaña política utilizando como bandera o causa social el cobro indebido en los estacionamientos. Ya tiene logotipo y “slogan” que es el de “Ya estuvo”, con todo y utilitarios, además de una brigada de gente que lo sigue. ¿De dónde? No es difícil investigarlo.
El otro regidor, Víctor Adrián Martínez Terrazas, es hermano de Juan Carlos, presidente del Comité Directivo Estatal.
La tercera posición es para Alicia Martínez, “Doña Licha”, una señora a quien conocemos desde hace mucho, lideresa de la calle Leandro Valle. Pensábamos que le había hecho justicia la revolución, pero hoy sabemos que esa posición era para su hijo Héctor Guerrero Martínez, pero la metió a ella por la cuestión de la paridad de género. De todos modos, él cobra como director de educación y capacitación.
La lista de panistas incrustados en la nómina la completan Marina Monje Ariza, Edgar Alemán, Susana Cárdenas, Saúl Chacón, Miguel Ángel Pegueros Patricio, Víctor Sánchez Bustamante y su hijo Víctor así como Alejandra Gutiérrez Hernández.
Romualdo Salgado Valle es un caso para Ripley. Si analizamos su ficha personal nos daremos cuenta que ha vivido del erario de Cuernavaca toda su vida. Comenzó como subdelegado en la Delegación Mariano Matamoros, luego como titular de las delegaciones Benito Juárez y Plutarco Elías Calles, siendo regidor del PRI en el periodo 2006-2009, luego en el periodo 2012-2015 y ahora en el 2018-2021 pero por el Partido de la Revolución Democrática. En los intervalos ha sido funcionario municipal y está próximo a jubilarse, además de que tiene denuncias en la Fiscalía por lesiones y amenazas de muerte. Toda una fichita el señor.
Ulises Vargas Estrada es otro que nunca ha tenido que preocuparse por ganarse la vida. Es hijo del líder sindical Enrique Vargas Larios, por lo que tiene plaza de maestro desde los 18 años. Apenas el año pasado, obtuvo una pensión por jubilación a los 37 años con el 60 por ciento del salario que obtenía como “asesor” del diputado Francisco Santillán, sin olvidar que cobró como diputado varios meses pues también era diputado suplente.
Durante ese periodo en que ocupó la curul tenía un problema, pues ante el IEBEM era un maestro de grupo y sólo tiene derecho a un permiso con goce de sueldo. El primero se lo otorgó el director de la Secundaria dos y el segundo el director de una secundaria de Yecapixtla. Seguramente en la actualidad está adscrito a alguna escuela, aunque –fiel a su costumbre- sólo acude a firmar.
En los últimos días el colega Gerardo Suárez le echó a perder un negocito al joven jubilado. Publicó que en complicidad con el secretario del Ayuntamiento, Erick Santiago Romero, Ulises Vargas pondría un restaurante o cafetería al interior del edificio municipal, y que por ello no estaban dejando entrar a ningún vendedor de comida. Cierto o no, el terrible Jerry ya “le puso el cascabel al gato”.
Albina Cortés Lugo es la regidora que llegó al cargo gracias a los votos que la gente le dio al candidato independiente José Luis Urióstegui Salgado, pero como suele ocurrir, ya en el cargo se le olvidó lo que es la gratitud y hoy aplica la máxima salinista de “ni te veo ni te oigo”. Extrañamente, la Comisión de Desarrollo Urbano, Vivienda, Obra Pública y Bienestar Social, en la que Albina es presidenta, no ha sesionado ni una sola ocasión cuando la normatividad establece que será una vez al mes.
La otrora modesta comerciante de la colonia Antonio Barona ha sufrido una notable transformación no solamente en su forma de ser, sino también en su forma de vestir y en su aspecto físico. Ahora hasta guaruras trae.
No cabe duda que quienes no han tenido nada cuando les dan un poquito de poder pierden el piso, y es lo que le pasó a esta señora, que pareciera ser en quien se inspiró Antonio Aguilar para componer su canción “La del Morralito”, aquella que salió de su colonia en chanclas y que muy pronto “cambió el morralito por una bolsa de broche”.
HASTA MAÑANA.