Mucho se ha hablado de la gran inseguridad que vive actualmente nuestro país incluyendo Morelos, los homicidios se han venido incrementando de acuerdo a las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública y del INEGI. Homicidios principalmente llevados al cabo por grupos criminales que se disputan día a día la plaza de esta entidad, en los cuales personas ajenas a ellos han sido afectadas y en algunos casos fallecidas, datos que son reportados por las autoridades estatales y como es sabido no siempre concuerdan con aquellos presentados por los llamados organismos no gubernamentales.
Estrategias de seguridad vienen y van; desde una Guardia Nacional aun sin consolidarse, hasta mandos únicos, ahora coordinados, pero al menos a la fecha sin resultados favorables a la vista de la sociedad.
Se dice que la falta de recursos en la entidad es debido a los programas de apoyo implementados por el gobierno federal y/o que nuestro súper delegado federal “no ha bajado los recursos” correspondientes pero, según el decreto número setenta y seis en el cual se aprueba el presupuesto de egresos del Gobierno del Estado de Morelos para el ejercicio fiscal del primero de enero al 31 de diciembre de 2019 publicado en el Periódico oficial No. 5687 página 31, corresponden mil 297 millones de pesos directamente a la Comisión Estatal de Seguridad Pública, todo el recurso destinado al rubro de la Oficina del Comisionado Estatal, entiéndase ello que la totalidad de este se encuentra controlado por una sola persona, suponemos que es el titular de dicha dependencia.
De dicho recurso financiero, la publicación oficial No. 5687 no establece en específico cuánto está destinado a la Coordinación del Sistema Penitenciario, actual denominación asignada en el Reglamento Interior de la Comisión Estatal de Seguridad Pública en su artículo 5 fracción IV.
De acuerdo a diversas fuentes consultadas, el Sistema Penitenciario se encuentra a la deriva en todos los aspectos, desde una estructura organizacional y de comunicación en lucha de poderes hasta una operatividad diaria con falta de los recursos más indispensables como lo es en material de limpieza, vehículos de traslados averiados por mínimas reparaciones y detenidos por no contar con ninguna liquidez financiera para su arreglo.
Los centros penitenciarios que han logrado subsistir es por el personal que diariamente se presenta a laborar con la necesidad de conservar su trabajo resolviendo de una forma u otra los problemas que se van presentando.
Pensando de manera positiva en cómo han logrado mantenerse los centros penitenciarios, quizás sea con las utilidades de las tiendas al interior de ellos y ahora con un pequeño restaurante de comida rápida al exterior del Cereso “Morelos” atendido por el propio personal administrativo, lo cual no está dentro sus funciones.
Sí, aunque usted no lo crea, el Sistema Penitenciario también se encarga de administrar un restaurante que da servicio a los abogados y familiares de internos, o cualquier persona que acuda a ese lugar a realizar un trámite y que requiera alimentarse.
Me cuentan que es un local que se rentaba a una señora a la que todos conocían como “Doña Rebe” y que vendía gorditas y quesadillas. La sacaron de un día para otro de manera prepotente, casi como delincuente. Ella solo pagaba una poca renta. Afortunadamente Doña Rebe regresó a su lugar frente a la entrada principal del edificio nuevo de los juzgados.
¿A dónde van a parar esas ganancias? ¿Quién controla los ingresos y egresos? ¿Qué permisos municipales y de salubridad tiene? No lo sabemos en este momento pero ya hemos hecho las solicitudes de información necesarias para que nos proporcionen la información.
De lo rescatable que hay en el Sistema Penitenciario es que el Centro de Ejecución de Medidas Privativas de la Libertad para Adolescentes (CEMPLA) está trabajando conjuntamente con el Instituto del Deporte.
Suponemos que los directivos deportivos tienen realmente el interés en crear un vínculo de corresponsabilidad como lo establece la Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia para los Adolescentes, en virtud de las continuas visitas principalmente de uno de ellos para dar pláticas motivacionales y realizar las clásicas cascaritas con los adolescentes y más aún lograr convenios con empresas privadas para donaciones, como sucedió en el mes de agosto pasado, en donde fue entregado un gimnasio al aire libre, esto en presencia del gobernador de Morelos, quien sabemos se comprometió a participar en un juego de futbol un día de estos.
Salvo eso, no hay nada positivo qué informar en el Sistema Penitenciario, lo que se verá en el informe que le presenten al gobernador para que éste a su vez lo dé a conocer a la ciudadanía. ¿Cómo van a justificar los casi mil 300 millones de pesos asignados a la CES en 2019? Por lo menos en lo que se refiere al Sistema Penitenciario lo que me dicen los servidores públicos es que no hay ni para jabón, o al menos eso es lo que a ellos les dicen.
“O ya se acabaron el presupuesto o nunca lo hubo”, comenta un trabajador que ha sobrevivido a las diferentes transformaciones del sistema carcelario, desde que dependía de la Secretaría de Gobierno hasta ahora que depende de la Comisión Estatal de Seguridad Pública.
Lo cierto es que el sistema penitenciario es el “patito feo” de la CES, y es donde hay mayor inconformidad laboral.
Habrá que ver cómo les va ahora que los diputados aprueben el presupuesto de egresos para el 2020, porque desgraciadamente a casi nadie le importa la manutención de las personas privadas de su libertad (PPL, como se les conoce actualmente) y tampoco el personal que se encarga de cuidarlas.
HASTA MAÑANA.