Una vez más un conflicto familiar que desgraciadamente involucra a menores tiene a la sociedad morelense dividida entre los que defienden a la ex esposa y los que creen en el ex esposo. Ambas partes dicen tener la razón y están dispuestas a echar mano de todas las influencias posibles como ya lo han venido haciendo. Y como en otros casos que hemos conocido y ventilado, los que pierden son los hijos que están en medio de la disputa de sus padres.
Hablamos del pleito entre Héctor Gabriel Muzzio Arévalo y Victoria Riva Palacio Nieto, alguna vez una feliz pareja que engendró dos menores, hoy convertidos en su peor enemigo uno del otro. En medio, los jueces y magistrados que –como siempre- con unos quedarán como justos y con otros como corruptos o por lo menos como insensibles.
Así ocurrió con otros casos en que los padres decidieron ventilar su juicio en los medios de comunicación. Recuerdo bien el caso de la modelo argentina Fernanda Alio Lovera, que hizo uso de sus influencias para que un grupo de policías ministeriales entrara hasta el fraccionamiento Tabachines en busca de su hija, la que finalmente le arrebató a su padre, Gerardo Borbolla, quien a la fecha sigue denunciando el secuestro de la menor.
También, cuando el DIF estatal de Mayela Alemán y el legislador Fidel Demédicis se dieron con todo en un pleito legal por la patria potestad de unos menores, hijos de una indígena de Tepoztlán.
Ahora, Héctor Gabriel Muzzio Arévalo, profesor de artes y de nacionalidad argentina, denunció desde el Centro de Reinserción Social de Atlacholoaya, que está siendo víctima de la fabricación de un delito “por encargo del exgobernador Graco Ramírez como un favor político a la familia del exgobernador Antonio Riva Palacio López”.
En un amplio reportaje elaborado por la reportera Estrella Pedroza y publicado en los espacios de Carmen Aristegui, Muzzio Arévalo relató que el 25 de octubre de 2016 a las seis de la mañana, fue detenido por un grupo de hombres, vestidos de gris, que llegaron en una camioneta obscura sin ningún logotipo y en un taxi de la cadena Citlalli.
Lo llevaron a la Fiscalía donde le informaron que estaba acusado de abuso sexual en agravio de su hijo de 10 años y su hija de 8 años de edad, denuncia que interpuso su ex esposa Victoria Riva Palacio Nieto.
El ciudadano argentino se queja de que fue llevado inmediatamente ante un juez penal y en menos de una hora, se ordenó prisión preventiva “y así inició un proceso judicial plagado de irregularidades y omisiones, en el que curiosamente se desestimó elementos importantes que mostraban que el delito y las pruebas fueron fabricados”, según escribió Estrella Pedroza.
El 20 de octubre de 2018, la jueza Yaredy Montes Rivera emitió como sentencia definitiva 38 años de prisión para Héctor como responsable de abuso contra sus dos hijos. Ante la resolución de la jueza, Héctor apeló su sentencia condenatoria ante el Tribunal Superior de Justicia del Estado de Morelos (TSJ), sin embargo, el fallo fue desfavorecedor porque incluso ordenaron incrementar la sentencia a 42 años de prisión.
Según el dicho del sentenciado, el día de su detención su mejor amiga se entrevistó con el entonces fiscal Javier Pérez Durón, quien le habría dicho que “es un favor que me pidieron de arriba, el jefe, y ya no está en mis manos”.
“De acuerdo con Muzzio Arévalo el favor lo habría pedido Graco Ramírez y su secretario de Administración Pública Carlos Riva Palacio Than, hijo del exgobernador Antonio Riva Palacio López y sobrino de Felipe Riva Palacio Guerrero, administrador del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de México (Conaculta), durante el gobierno del presidente Felipe Calderón Hinojosa, padre de Victoria”.
La mujer niega que la detención de su ex esposo haya sido por sus influencias, pero cuando se publicó el reportaje de Estrella Pedroza demostró que sí es influyente, pues no hizo valer su derecho de réplica ante la corresponsal, sino con la mismísima Carmen Aristegui, quien le abrió el micrófono en la ciudad de México.
Ahí, reconoció su parentesco con la familia Riva Palacio, pero afirmó que “el hecho de que un familiar haya sido gobernador del estado no tiene nada que ver con que se le haya hecho un delito a mis hijos, yo como madre tengo la obligación de defender a mis dos hijos y nada tiene que ver ni con Graco Ramírez ni con el ex gobernador de Morelos, Antonio Riva Palacio, y esto no es ningún favor político, las cosas se hicieron legalmente, conforme a derecho, ahí están los expedientes”.
“Inclusive dicen que fue una aprehensión ilegal y se turnó la orden de aprehensión correspondiente, se le dio aviso a la embajada argentina, a migración, siempre se cuidó el proceso legal y sin embargo, a estas alturas, no se está cuidando a mis hijos, ni físicamente ni emocionalmente ni psicológicamente ni a mí como madre y como mujer que está defendiendo a dos niños”, expuso.
“Todos los médicos por los que pasaron mis hijos detectaron el abuso sexual“, detalló.
Reveló que desde 2012, a Héctor Gabriel Muzzio se le despidió de la escuela “La Vecindad“, de la Secretaría de Cultura del estado de Morelos, “por haber hecho tocamientos en las partes privadas de 5 niños del salón y la Secretaría de Cultura me dio ese expediente a mí, y todo esto está en el expediente”.
En un caso que pretenden comparar con el juicio a la ciudadana francesa Florence Cassez (quien habiendo sentenciada a 60 años de prisión por secuestro fue dejada en libertad “por violaciones al debido proceso), familiares y amigos de Gabriel Muzzio se están moviendo en su país natal para buscar que el gobierno argentino tome el asunto y le pida al presidente Andrés Manuel López Obrador un nuevo juicio “sin influencias”.
Se ve complicado pero una persona privada de su libertad está en todo su derecho de hacer valer todos los recursos a su alcance para obtener su libertad, lo mismo que la señora Riva Palacio en sostener sus afirmaciones. De todos modos, a los hijos producto de esa relación, ya les hicieron un daño irreversible.
HASTA MAÑANA.