La política se ha degradado tanto en los últimos años, que ahora ya no guardan las formas. Se manejan como mercenarios de la política, o aún más, como extorsionadores de la política. Ya no se sabe si la delincuencia organizada se ha infiltrado en la política, o los políticos se han infiltrado en la delincuencia organizada.
Ayer en un conocido Café del centro de Cuernavaca se llevó a cabo una conferencia de prensa en la que se anunció que un grupo de integrantes de la organización denominada Redes Sociales Progresistas, daría a conocer su oposición a que el yerno de la maestra Elba Esther Gordillo encabece el nuevo partido que vendría a sustituir al Partido Nueva Alianza, que sirvió como brazo político del poderosísimo Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
Como ya es sabido, seis de los ocho asociados fundadores de la organización que pretende convertirse en el nuevo partido elbista, desconocieron a Fernando González, lo que, de ser reconocido por el INE, regresaría el control de la asociación a Juan Iván Peña Neder y sacaría del camino al grupo de la maestra.
Las firmas fueron enviadas al INE, tanto en lo individual como por la asamblea de fundadores, luego que la Dirección de Prerrogativas y Partidos Políticos les dio tres días hábiles, a partir de la notificación, para resolver sus conflictos internos e indicar con claridad quienes tienen la representación legal.
Las semanas pasadas, el INE recibió oficios contradictorios por parte de representantes de esa organización, ya que, uno de los apoderados legales del grupo de Peña Neder, dio aviso al INE para cancelar todas las asambleas estatales ya agendadas para las próximas semanas, mientras que el yerno de la maestra continuó con el proceso.
Esa escisión en la etapa fetal del partido ya llegó a Morelos. Ayer, a la anunciada conferencia de prensa llegó –para sorpresa de muchos porque éste personaje tiene de todo menos de profesor- Enrique Alonso Plascencia, Felipe Castro Valdovinos y dos personajes más de los que Enrique Alonso desconocía sus nombres completos y sólo se refería a ellos como Adrián y Mauricio.
En resumidas cuentas Alonso se presentó como delegado del partido en proceso de registro y dijo que las RSP reconocen como su líder máximo a Juan Ivan Peña Neder y que en Morelos no van a aceptar ni a yernos ni nietos de la maestra Elba Esther, pero tuvo mucho cuidado en no atacar a la lideresa (el miedo no anda en burro).
Todo parece indicar que un grupo de mercenarios de la política pretenden extorsionar a la maestra, ya sea con dinero o con cargos de elección popular, pero lo importante es sacar algo de provecho.
Y para esa encomienda decidieron contratar a Enrique Alonso, quien ya antes se contrató como director del Instituto de Desarrollo y Fortalecimiento Municipal, cargo que sigue ostentando. O sea, el señor es capaz de contratarse de lo que sea, con tal de obtener buenos dividendos.
Recordemos que en sus años mozos Enrique fue “pollero” (traficante de personas de un país a otro), por lo que estuvo procesado y exonerado en segunda instancia. Luego fue candidato del PRD a presidente municipal de Tlaquiltenango y ganó, a pesar de que todo mundo sabía de sus antecedentes.
Pero Graco Ramírez y él nunca se quisieron. Era del dominio público que obtuvo la candidatura con el apoyo de Fidel Demédicis y que nunca se quiso someter al Mando Único. En represalia, tuvo “marcaje personal” por parte de la policía que dirigía Alberto Capella. El 28 de enero del 2016 fue detenido por la Policía Federal en la caseta de Tlalpan porque su escolta portaba un arma de uso exclusivo del Ejército.
Un año después, el 24 de enero del 2017, detuvieron a dos de sus escoltas mientras él estaba en el interior de la agencia BMW en la calle Río Mayo, y son puestos a disposición de la Procuraduría General de la República. “El alcalde de Tlaquiltenango tiene mala fama”, decía Capella Ibarra cada vez que le preguntaban por Alonso Plascencia.
Perverso como es, Graco Ramírez ordenó que se difundiera la foto de la esposa del alcalde de Tlaquiltenango, quien purga una condena de 45 años por el delito de homicidio. Ya siendo candidato a diputado federal independiente, fue detenido por el homicidio de una persona de nombre Adán. Con él fueron detenidos Andrés “El Tío” o “El Sinaloa”; Rodolfo “El Durango”; Alberto “El Zapata”; Emanuel, Óscar, Geremías y Santiago. Las autoridades los señalaron como parte del grupo delictivo Los Rojos, pero nuevamente salió en libertad.
Tras su derrota en las urnas en el 2018, desapareció de la escena política un tiempo, hasta que reapareció como director del Instituto que aglutina a los presidentes municipales de Morelos.
En agosto pasado, tras la difusión de un video en redes sociales en el que un hombre, con el rostro cubierto, asegura pertenecer al grupo delictivo Los Rojos y recibir órdenes de Enrique Alonso Plascencia, el mandatario estatal Cuauhtémoc Blanco declaró que el fiscal general debe realizar una investigación.
“Yo simplemente le digo al fiscal que hay que investigar, hay que investigar, que llegue hasta las últimas consecuencias, no sabemos si es verdad, si es mentira, pero si se rumora hay que investigarlo”, dijo Blanco.
Después de todo lo anterior, se dieron cuenta que el indicado para “jalarle la cola al león” en el SNTE era Enrique Alonso, así que fue contratado, a pesar de que su imagen desentona
Pero ¿quién está atrás de este hombre con aspecto de montador de toros?
Un dato que podría ayudarnos a responder esa pregunta es la presencia ayer, en la conferencia de prensa, del cacique magisterial Felipe Castro Valdovinos, quien en las pasadas elecciones fue porrista de Rodrigo Gayosso Cepeda, (un porrista muy caro por cierto), y que últimamente sirve a los intereses del senador Ángel García Yañez (mercenario pues).
Por cierto, García Yañez fue visto el jueves de la semana pasada en la Feria de Yecapixtla, en el show de Remmy Valenzuela (originario de Sinaloa), donde saludó efusivamente al alcalde de Yautepec, Agustín Alonso y al ganadero Federico Figueroa, hermano del extinto Joan Sebastian.
HASTA MAÑANA.