A Graco Ramírez no se le ha vuelto a ver en Morelos, al menos no en público. Ha sido captado por colegas comunicadores en Quintana Roo y en Baja California.
En Quintana Roo Graco puede moverse a sus anchas porque su ex empleado Jesús Alberto Capella Ibarra es el jefe de la Policía en aquel lugar, y para nadie es un secreto que Graco fue quien lo recomendó con el gobernador Carlos Joaquín González, para que hiciera exactamente lo mismo que en Morelos.
Luego entonces, no se descarta que, en pago de favores, Capella lo haya recomendado para algunos negocios en el paradisiaco Cancún.
En Baja California ha sido ubicado como colaborador del gobernador morenista Jaime Bonilla, que actualmente está “en el ojo del huracán” y no porque haya reformado la constitución para quedarse tres años más de los que originalmente le autorizó el electorado a través de su voto, sino porque –sin querer- transmitieron en Facebook Live un encuentro en el que el gobernador y la secretaria de gobernación se desternillan de risa al abordar el tema de la reforma, y la ex ministra de la Suprema Corte pronostica que la mencionada reforma “va a pervivir”.
Pero ¿qué hace específicamente Graco Ramírez en Baja California?
Hace unos días el periodista Miguel Reynoso Salazar, del portal Medium.com, nos dio “luz” sobre los verdaderos motivos del ex gobernador para estar en esa entidad, más allá de “saludar a los amigos”, como le contestó a otro colega que lo abordó justo cuando se disponía a abrir la habitación de su hotel.
“En Baja California la corrupción de los gobernantes en turno es algo común. Sin embargo, existe la sensación generalizada dentro de la sociedad bajacaliforniana que la administración encabezada por el panista Francisco Vega de Lamadrid (mejor conocido como “Kiko Vega”) pasará a la historia como la peor de todas. Las razones sobran ante la avalancha de acusaciones de corrupción y desvíos de recursos durante la administración actual que en pocos días cederá el poder al opositor morenista Jaime Bonilla”, dice la nota.
El reportero hace referencia a José Domingo Ramírez Cepeda, “empresario el cual obtuvo riqueza y poder durante el gobierno de su padre, Graco Ramírez, en Morelos. Donde no faltaron las anécdotas que pintaban de cuerpo entero la frivolidad de la familia durante su paso por el poder morelense. Como cuando Graco hizo pasar a toda su familia como “expertos en cambio climático” con tal de realizar un viaje a la India con costo a los ciudadanos, viaje donde José Domingo iba primero en la lista”.
Y luego viene la afirmación más sustanciosa, y totalmente creíble:
“Gracias a las aportaciones millonarias que gestionó Graco Ramírez a la campaña de Kiko Vega, el perredista obtuvo una gran cantidad de negocios para su familia. En particular para su hijo consentido José Domingo y los socios de éste, los hermanos Andrick Ruíz de Chávez y Kesler Ruíz de Chávez, el primero antiguo secretario de salud del gobierno de Graco. Este trío tiene contratos millonarios en el sector salud estatal de Baja California con la empresas Importadora Bassab SA de CV, Garken Medical SA de CV y Farmapoint Center SA de CV. Las cuales obtuvieron contratos de asignación directa para proporcionar a la Secretaría de Salud del estado equipo de Laboratorio, equipo para el Banco de Sangre, equipo de imagenología médica y equipo de hemodiálisis. La mayoría de estos insumos con sobreprecio y de calidad defectuosa, de acuerdo a testimonios de la propia área de adquisiciones de la secretaría e investigaciones periodísticas locales”.
Agrega que los contratos de los hermanos Ruíz de Chávez y José Domingo expirarán este primero de noviembre junto con la administración de su patrocinador, protector y socio Kiko Vega. Por suerte para los cachorros consentidos de Graco, la influencia de José Domingo no termina con Kiko Vega. Ahora José Domingo también es una figura muy cercana al gobernador electo Jaime Bonilla.
“No es secreto que José Domingo se ha reunido en múltiples ocasiones en diversos restaurantes de Tijuana con el próximo secretario de salud del gobierno de Jaime Bonilla. Este personaje enigmático es Alonso Óscar Pérez Rico. ¿La razón? refrendar todos los contratos para suministrar equipo médico obtenidos en el sexenio de Kiko Vega. Sin embargo, la influencia de Graco Ramírez ha permitido a José Domingo colarse aún más en el círculo cercano de Bonilla, llegando a ser una de las principales figuras del equipo de transición. Ganando por ello una posición de enorme peso dentro de la próxima administración que pone en entredicho la lealtad de Jaime Bonilla a los principios de la Cuarta Transformación encabezada por Andrés Manuel López Obrador”, dice para concluir el periodista tijuanense.
Recordemos que en Morelos la familia de Graco (incluyendo al joven Andrick al que conoce desde niño) primero se dedicó a ser intermediaria entre la empresa que surtía los medicamentos al sector salud, pero luego vio que sus ganancias se incrementarían si eran ellos los que directamente surtían. Esto ocasionó un conflicto entre el empresario Víctor Sánchez y Graco Ramírez.
Por cierto, a José Domingo Ramírez fue al que relacionaron con la familia Prida de Puebla, por una nota que un periodista poblano publicó diciendo que un hijo de Graco se había casado con Estefanía Prida Noriega, hija del empresario Guillermo Prida, y que por esa relación le había concedido sin licitación la obra del estadio de Zacatepec. Graco nunca se molestó en desmentir dicha nota.
Hoy sabemos que quien contrajo nupcias el único hijo de Graco Ramírez y Elena Cepeda (José Domingo) fue con Fernanda Pérez Salazar, hija de Agustín Pérez Salazar, dedicado al negocio de las ópticas, pero que en cuanto se vio emparentado con el gobernador puso una comercializadora y su nivel socioeconómico subió como la espuma.
HASTA MAÑANA.