Que nos disculpen las diputadas y diputados de la actual legislatura, pero sus antecesores nos dejaron acostumbrados a que cuando iban a “robar” sesionaban en la madrugada, en un lugar diferente al recinto legislativo y sin público, por eso es que ahora, cuando los vimos llegar al Congreso con el rostro cubierto todos pensamos: “Estos salieron peores”.
Aparentemente, ayer en la madrugada lo único que hicieron los legisladores fue dar marcha atrás a aquella ocurrencia de Rodrigo Gayosso, quien ya pensaba como futuro gobernador y estaba preocupado porque no le iba a alcanzar el dinero para comprar (otra vez) a 30 diputados, por lo que dispuso que se redujeran a 20, y modificó la ubicación de los distritos a su conveniencia.
La reforma constitucional aprobada ayer en la madrugada pretende eliminar la mayoría calificada para la creación de una ley o decreto, que sólo necesitará la votación nominal de la mayoría simple del total de las y los diputados integrantes de la legislatura y sólo para la aprobación de una reforma a la Constitución se requerirá el voto de las dos terceras partes de los legisladores.
Pero volvemos a lo mismo: fue aprobada por 13 votos.
De igual forma, el Partido Encuentro Social (PES) propuso reformar la Constitución y permitir que "los partidos políticos nacionales que habiendo participado en una elección anterior obteniendo el umbral de votación en el Estado y hayan optado por su registro local, no serán considerados de nueva creación, respetándose su antigüedad y pudiendo fusionarse o incorporarse con uno o más partidos locales o nacionales".
Lo anterior es lo único donde vemos que el partido en el poder pretende sacar ventaja.
De ahí en fuera la Reforma Político Electoral y de Violencia Política por Condición de Género no tiene mayor trascendencia, y además, todavía falta lo que digan los Ayuntamientos. Pero conociéndolos, van a pedir “moche” por la aprobación y los van a mandar muy lejos, al cabo que aplica la “positiva ficta”.
La modificación al marco jurídico electoral incrementa solo cuatro diputados para garantizar la atención ciudadana y hacer eficiente la redistritación, “dejando claro que esto no significa la ampliación del presupuesto del Poder Legislativo”, dice el boletín del Congreso. No hay ampliación porque nunca hubo reducción. Aun así, salen ganando porque seguirán gastando como si fueran 30 legisladores.
Se aumenta de 12 a 16 Distritos de Mayoría Relativa, lo que le facilitará las cosas a los alcaldes que pretendan ser diputados.
Seguirán ocho diputados de Representación Proporcional, sólo que ahora se elegirán cuatro por la Lista A, que es la lista tradicional de los Partidos y otros 4 de la Lista B, que son los candidatos que obtuvieron las votaciones más altas de sus propios partidos. Esto permitirá que cuatro diputados que fueron por la ciudadanía de manera directa lleguen a la Cámara, lo que beneficia a los presidentes municipales que buscarán la diputación.
Las presidentas o presidentes municipales, síndicas o síndicos y regidoras o regidores de los ayuntamientos, por elección directa podrán ser reelectos únicamente para un período adicional de gestión consecutiva.
El número de regidores en cada municipio no se modifica, pero en Cuernavaca, Cuautla y Jiutepec, dos serán electos por el principio de mayoría relativa en la fórmula de la presidencia municipal y sindicatura, y uno lo será por este principio en los municipios de Ayala, Emiliano Zapata, Temixco, Xococotla, Yautepec, Axochiapan, Jojutla, Puente de Ixtla, Tepoztlán, Tlaltizapán de Zapata, Tlaquiltenango, Xochitepec, Yecapixtla y Zacatepec.
Al sector femenino por fin se le hizo justicia: la reforma considera como violencia política contra las mujeres en razón de género, dentro del proceso electoral o fuera de éste, entre otras, las siguientes conductas: obstaculizar a las mujeres, los derechos de asociación o afiliación política; ocultar información a las mujeres, con el objetivo de impedir la toma de decisiones y el desarrollo de sus funciones y actividades; ocultar la convocatoria para el registro de precandidaturas o candidaturas, o información relacionada con ésta, con la finalidad de impedir la participación de las mujeres.
También, proporcionar a las mujeres que aspiran a ocupar un cargo de elección popular, información falsa, incompleta o imprecisa, para impedir su registro; obstaculizar la precampaña o campaña política de las mujeres, impidiendo que la competencia electoral se desarrolle en condiciones de igualdad, y cualquier otra acción que lesione o dañe la dignidad, integridad o libertad de las mujeres en el ejercicio de sus derechos políticos y electorales.
Y por si fuera poco, considera impedimento para ser candidato a un cargo de elección popular el haber sido condenado en una sentencia firme por violencia política contra las mujeres en razón de género.
Asimismo, la reforma político electoral sienta las bases para que los partidos políticos garanticen a la ciudadanía indígena su participación en los procesos de selección interna de candidaturas a cargos de elección popular de diputados y diputadas, y los ayuntamientos, a través del sistema de partidos políticos, respetando sus tradiciones, usos y costumbres, y observando el principio de paridad de género.
Pero, más allá de lo evidente, habrá que hurgar en lo que pasó “tras bambalinas” en esa madrugada. ¿A cambio de qué dieron su voto las diputadas y diputados que ya conocemos que “no dan paso sin huarache”?
¿Qué paso con las siete diputadas progresistas que permanecieron unidas hasta que sus intereses económicos las separaron? ¿Será cierto que las respectivas esposas de Julio Yáñez y Matías Quiroz siempre votan en pareja?
Y la más importante: ¿Quién lleva las riendas en ese Congreso que a veces pareciera un barco sin capitán que navega a la deriva según las corrientes externas y las conveniencias de cada diputado?
El presente periodo ordinario de sesiones prácticamente ha llegado a su fin, y si hacemos un análisis numérico de las leyes que se han aprobado y lo que le ha costado al erario sostener a ese congreso, llegaríamos a la conclusión de que estamos frente a la peor legislatura de la historia.
HASTA MAÑANA.