Legalmente hablando, Fuerza por México es un partido político, pero en los hechos es una empresa, un negocio. Su propietario –Pedro Haces- es enminentemente empresario, y como buen hombre de negocios buscó a las personas que pudieran redituarles votos, que a final de cuentas se convierten en dinero.
Lo primero que hizo fue comprar la senaduría de Morena, y ahí conoció a la senadora Lucía Meza Guzmán, una ex perredista que fue diputada local dos veces y diputada federal por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), cercanísima a Graco Ramírez, pero que hábilmente pudo cambiarse a Morena un par de años antes de que terminara el sexenio.
Ella le presentó a su esposo, Ricardo Robledo, quien fue subsecretario de Gobierno con Graco Ramírez, y juntos pensaron en poner un negocio, ¿pero qué mejor negocio que un partido político?
Fue así como nació la idea de crear Fuerza por México. No fue difícil conseguir las firmas que requirió el Instituto Nacional Electoral (INE), pues la pareja Robledo-Meza tiene una gran estructura en la zona oriente, donde ella fue regidora e intentó ser presidenta municipal (obviamente también metió a su marido a trabajar y después ambos demandaron al Ayuntamiento).
Para llenar el requisito de las firmas hicieron uso de toda la gente que tienen en el Ayuntamiento de Cuautla, donde la senadora logró incrustar como candidato de Morena a un hombre que fue su chofer alguna vez, Jesús Corona Damián, quien al igual que muchos se vio beneficiado por la ola Morena y así, sin tener estudios, de pronto se vio convertido en presidente municipal. Obviamente le cobró caro el favor, exigiéndole plazas para toda su gente. El último funcionario que le impuso fue Víctor Hugo Vargas Ángeles, como titular del Sistema de Agua Potable y Saneamiento de Cuautla (SOAPSC)
Ya con el registro del INE como partido nacional, Pedro Haces premió a Ricardo Robledo con la secretaría de Organización, y lo mandó a recorrer el país en busca de líderes que le garantizaran a FuerzaXMéxico los suficientes votos para conservar el registro.
Así fue como dos senadores de Morena (uno de ellos con licencia), hicieron un partido político que piensan ponerle a su disposición a Andrés Manuel López Obrador, para lo que se le ofrezca.
Como morelense, la prueba de fuego para Ricardo Robledo es la elección en su estado natal, donde conoce a la gente, pero sobre todo en donde se jugará “la joya de la corona”, o sea, la capital de Morelos.
Fue así como decidieron “contratar” a un personaje que ellos consideran que le puede garantizar los votos necesarios aunque no gane la alcaldía: Sergio Estrada Cajigal.
Ayer al mediodía fue la presentación de sus candidatos, y cheque usted como todos cumplen con la característica que aquí mencionamos al principio: No importa la ideología, con tal de ganar el mayor número de votos posible.
Sergio Estrada Cajigal, candidato a presidente municipal de Cuernavaca. Obligado a afiliarse al PAN cuando fue candidato a presidente municipal de Cuernavaca y después a gobernador de Morelos, renunciando unos meses antes de concluir su sexenio.
Nadia Luz Lara Chávez, ex candidata a la gubernatura de Morelos por el Partido Verde, pero quien declinó en la parte final de la campaña por Rodrigo Gayosso, hijastro del entonces gobernador Graco Ramírez. Buscará la diputación federal en el primer distrito.
Javier Bolaños Aguilar; panista que llegó de Veracruz a trabajar en el gobierno de Sergio Estrada Cajigal y se hizo morelense, siendo diputado local, diputado federal, y candidato del PAN a la presidencia municipal de Cuernavaca en el 2018. Va por la diputación local nuevamente.
Claudia Martínez Lavín, priísta e hija del priísta Jorge Martínez Salgado. Será candidata a diputada local por el Distrito dos.
Claudia Aponte Maysse, hija del fundador del PAN en Morelos y ex procuradora de Justicia en tiempos de Sergio Estrada. Va por la sindicatura municipal.
Y como regidor número uno Víctor Hugo Manzo Godínez, prísta de toda la vida, dirigente de los trabajadores del ISSSTE y últimamente representante de la CNOP. Es esposo de Penélope Picazo, actual presidenta del Sistema Estatal Anticorrupción, aspirante a magistrada y a todos los cargos habidos y por haber que convoque el Congreso Local.
Ayer fue la presentación de los candidatos en un acto encabezado por su presidente nacional, Gerardo Islas Maldonado (poblano, secretario de Desarrollo Social con Rafael Moreno Valle), en un exclusivo lugar al norponiente de Cuernavaca, donde se demostró que por billetes no paran, pues el pase de acceso incluía una prueba de Covid gratuita.
Y como si fuera una especie de “Dejavú”, regresaron –algunos con muestras evidentes de que no es lo mismo los tres mosqueteros que 20 años después- aquellos que se enriquecieron hasta donde pudieron con el gobierno de Sergio Estrada Cajigal.
Alfonso Pedroza Ugarte (acusado de pagar 32 millones de pesos a la empresa Gemtel, inhabilitado pero que ya cumplió su sentencia, suponemos); Eduardo Becerra Pérez (recordado por retar a golpes al reportero Luis Hernández cuando era secretario de Gobierno); el que fuera su secretario particular Emmanuel Flores, y su amigo Edgar Contreras MacBeath, quien fue director del organismo operador de las carreteras de cuota e hizo negociazos con la autopista Siglo XXI.
Si estuviera vivo, seguro habría estado en primera fila el tristemente célebre jefe de la policía ministerial, Agustín Montiel López, quien se encargaba de detener a los abogados y periodistas incómodos para el régimen de Sergio Estrada Cajigal, pero todos saben que acabó su vida en la cárcel acusado de trabajar para la delincuencia organizada.
HASTA MAÑANA.