Con los eventos masivos del pasado fin de semana prácticamente estamos llegando al final de las campañas que iniciaron el 19 de abril. A partir de hoy comienza la otra parte fundamental de la estrategia: tratar de convencer a los indecisos para que voten por ellos el próximo domingo.
Los cierres de campaña son importantes pero no decisivos. Les pongo un ejemplo: quien haya visto las fotografías del evento que realizó la coalición Morena-PES-Nueva Alianza en Temixco daría por hecho que va a ganar Juanita Ocampo. Sin embargo, ¿cuántos de los asistentes iban por manifestar su apoyo a los candidatos y cuántos sólo querían ver al grupo musical del momento “Los Armadillos de la Sierra”?
El mérito de Andrés Duque Tinoco es haber convencido a diversos grupos de Temixco de aglutinarse en un mismo proyecto. Ahí están los “giselistas” encabezados por Carlos Caltenco; ahí están los perredistas que en su momento encabezó Gerardo Hurtado de Mendoza Armas y que hoy va a través de su esposa; también el grupo del cacique de Acatlipa Noel Salgado, a través de su hija Andrea Salgado, y hasta el líder social de la colonia Alta Palmira, Ricardo Ortega.
Sin embargo, a nadie le queda duda de que –si gana el próximo domingo- el verdadero presidente municipal será Andrés Duque Tinoco, quien ha puesto todos los recursos económicos para la campaña, incluyendo los 150 mil pesos para la contratación de los artistas ya mencionados. Bueno, él y sus socios como el empresario Fabian Real Maldonado, quien continuará haciéndose cargo de los corralones y el servicio de grúas.
Jazmin Solano también aparenta traer mucha gente consigo, pero sólo ella sabe cuántos de esos seguidores son empleados del Ayuntamiento a los que no les quedó otra que acudir a los eventos de campaña para no quedarse sin trabajo.
De ahí que las otras opciones que quedan es el abogado Wilbert García Orozco, quien va por segunda ocasión a buscar la alcaldía prácticamente solo por el Partido Movimiento Ciudadano, y Andrés Huicochea que es prácticamente un mercenario, pues se pasó del Partido Revolucionario Institucional a Redes Sociales Progresistas, el partido de doña Elba Esther Gordillo que –como ya lo hemos documentado- recorrió el país en busca de líderes que le provean de los votos que necesita para mantener el registro condicionado con el que hoy compite.
En Jiutepec todo parece indicar que por tercera ocasión la disputa se dará entre dos acérrimos rivales que ya tienen varios años peleándose por la misma posición: José Manuel Agüero Tovar y Rafael Reyes Reyes. Ambos llevan una derrota y un triunfo por lo que van por el desempate, teniendo una ligera ventaja el segundo al ser quien ocupa actualmente la presidencia.
El sábado por la noche ocurrió algo que podría cambiar el escenario político-electoral de Jiutepec: En Sesión Extraordinaria Urgente del Consejo Estatal Electoral del Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (IMPEPAC) realizada la noche de este sábado 29 y madrugada del 30 de mayo, se revocó la candidatura de Juan Carlos Galván Abúndez y da un plazo de 24 horas al Partido Acción Nacional Morelos, una vez notificado, para que realice la sustitución de la candidatura a presidente municipal de Jiutepec.
Y es que el Partido Nueva Alianza denunció la participación de Juan Carlos Galván durante 28 días como precandidato a la presidencia municipal de Jiutepec en el proceso de precampañas del Partido Movimiento Ciudadano Morelos, lo cual está sancionado con la pérdida del registro.
De esta manera, a horas de su cierre de campaña convocado para la tarde de este domingo 30 de mayo, el Partido Acción Nacional se queda sin candidato propietario a la presidencia municipal de Jiutepec, por lo que –suponemos- sucederá algo similar a lo que ocurrió en Cuernavaca hace tres años, cuando la coalición Morena-PES-PT se quedó sin candidato y quien asumió el cargo fue el suplente.
¿A dónde irán los votos que iban a ser para Juan Carlos Galván? Es difícil saberlo. Recordemos que Juan Carlos no es panista-panista, sino más bien mercenario de la política. Gracias al PRI fue regidor y ahora prácticamente se estaba rentando como candidato para el blanquiazul (al igual que su candidato a diputado federal, Ricardo Dorantes) de ahí que los que son panistas de corazón tendrán una difícil decisión.
El que se asume como “tercero en discordia” es el ex diputado por el PRD Eder Rodríguez Casillas, quien hace causa común con los hermanos Beltrán Toto para beneficiar al partido Redes Sociales Progresistas. Ellos sí son cien por ciento graquistas.
Eder fue secretario particular del ex gobernador y después sirvió a sus intereses desde el Congreso, en tanto que Sergio Beltrán Toto estuvo en el comité de adquisiciones y al final del sexenio sirvió como secretario técnico del organismo creado para administrar la reconstrucción de las ciudades afectadas por el sismo del 2017.
La semana pasada ocurrió un hecho que pudiera pensarse que beneficia al candidato de RSP: la declinación del candidato del Partido Verde, Francisco Román, en favor de Eder Rodríguez, en una conferencia de prensa que cínicamente convocó Paco Román en hoja membretada del PVEM pero que fue distribuida en el grupo de Whatsapp de RSP.
En dicha conferencia de prensa el ex director del Sistema de Agua Potable de Jiutepec (de donde todos salen millonarios) quiso burlarse de la inteligencia de los reporteros, al decir que “no es declinación, es una alianza”, como si los periodistas de la fuente ignoraran que no existe esa figura en la normatividad electoral.
El único efecto de los que “declinan” a favor de otro candidato es totalmente mediático. Jurídicamente no hay cambio alguno sobre todo a estas alturas del proceso electoral. Simplemente dejan de hacer campaña a cambio de un pago económico o la promesa de un cargo en el próximo ayuntamiento.
Y el efecto mediático del que hablamos es a favor del candidato que recibe la declinación, porque “el declinador” queda muy mal en su imagen, y de por vida.
¿Cómo queda una persona que durante semanas juró y perjuró que él no se vendería y a unos días de la elección sale con que “ya no voy”? Está comprobado que un candidato que declina en un proceso electoral queda estigmatizado para el resto de su vida. Si no nos creen, pregúntenle a la candidata de Fuerza por México a la diputación federal.
El doctor en derecho, Antonio Sorela Castillo, incluso proponía que debía legislarse para que hubiera una sanción administrativa para quien defrauda de esa manera la confianza de un partido político, hace uso de los recursos materiales que le dan, y luego negocia con otro partido.
Veremos en estos días cuántas declinaciones más hay. Pero que quede claro: son declinaciones, no alianzas.
HASTA MAÑANA.