Jueves cinco de agosto, pasadas las tres de la tarde. En las frecuencias de radio de todas las corporaciones se activó un código de primera prioridad: atentado al fiscal del estado. Para los que tienen más tiempo trabajando en la Fiscalía, de inmediato vino a su mente aquel 7 de febrero del 2013 cuando el entonces procurador de Justicia, Rodrigo Dorantes, fue atacado a balazos y murieron tres de sus escoltas.
La versión de que el fiscal había sufrido un atentado llamó de inmediato la atención de los medios de comunicación, que se desplazaron de inmediato al lugar donde supuestamente se encontraban los agresores, es decir, la autopista Acapulco-Cuernavaca a la altura de El Polvorín, donde sólo vieron a dos jovencitos casi desnudos tirados en el piso.
Fue hasta la tarde-noche que la Fiscalía emitió un comunicado en el que confirmó que se trató de una agresión: “Este jueves 05 de agosto aproximadamente a las 15:00 horas, el convoy del Fiscal General del Estado de Morelos sufrió una agresión, a la cual el dispositivo de seguridad reaccionó de acuerdo a sus facultades legales y reglamentarias, deteniendo a dos masculinos mayores de edad, los cuales ya fueron puestos a disposición ante el Ministerio Público”.
“La reacción obedece a las graves y constantes amenazas que ha recibido por motivo de sus funciones. Lo anterior, aunado a que no es la primera vez que un mando de esta Institución ha sido objeto de agresiones, tal y como aconteció en el año 2013, cuando el entonces Fiscal General sufrió un atentado; por lo que en esta ocasión, los agentes de investigación criminal tuvieron que actuar en consecuencia”, decía el boletín.
La especie llegó hasta oídos del influyente periodista Joaquín López Dóriga, quien de inmediato pidió una entrevista con el funcionario morelense.
En esa participación el fiscal del estado aclaró que no fue un atentado contra él directamente, sino una agresión, y que el atentado fue contra su jefe de escoltas.
“Si, efectivamente, fuimos objeto de una agresión, no llega atentado pero sí fue una agresión. El convoy en el que viajaba yo compuesto por dos camionetas fue perseguido y alcanzado por un vehículo tripulado por dos individuos masculinos quienes nos cerraron el paso agresivamente haciendo ademanes propios de portar armas, eso fue lo que me reportó mi equipo de seguridad y bueno se les marcó el alto y fueron agredidos con el propio vehículo, lo utilizaron como un arma, atropellaron a mi jefe de escoltas, está lesionado pero fuera de peligro y bueno tuvieron ellos que usar el uso de la fuerza de manera razonable conforme a los protocolos establecidos y ahora el Ministerio Público está investigando cuáles fueron las verdaderas razones del hecho. Yo instruí para que se respetaran los derechos humanos y la presunción de inocencia y ahorita estamos en el plazo constitucional de 48 horas para que se defina la situación jurídica de estas personas”, apuntó.
Detalló que alrededor de las tres de la tarde, salía de la oficina que tiene la FGJE en el municipio de Temixco que es la sede central de la Fiscalía del estado y le reportaron que los iba persiguiendo otro vehículo, aparentemente en compañía de una camioneta blanca tipo Mazda; ese vehículo les cierra el paso, el chofer hizo una maniobra evasiva, el fiscal continúa su marcha y el vehículo escolta les marcó el alto a estas personas quienes no atendieron a los comandos, echándole el carro encima, por lo que los elementos de seguridad accionaron sus armas y detuvieron a los tripulantes.
“…estas personas los agredieron físicamente, intentaron despojarlos de sus armas, los amenazaron, los exámenes de toxicología salieron positivos a metanfetaminas, a cocaína y alcohol, entonces pues venían intoxicados, se les aseguró. Han circulado algunos videos donde se señala un probable abuso policíal y bueno ya instruimos al personal para que se investigue a fondo y si hay que sancionar algún abuso de la fuerza pues no lo vamos a dejar tampoco impune”, dijo el funcionario estatal.
El viernes por la tarde, el gobierno del estado informó que el subsecretario de Gobierno, Mauricio Robles Cortés, se reunió con familiares de los dos jóvenes que fueron detenidos por un supuesto percance que tuvieron con el titular de la Fiscalía General del Estado (FGE), Uriel Carmona Gándara, a fin de dar acompañamiento jurídico y esclarecer los hechos.
“Junto a la directora general de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobierno, Lucero Benítez Villaseñor, se planteó la necesidad y urgencia de que la Fiscalía General de la República pueda conocer de los posibles actos de tortura, intimidación, así como de abuso de autoridad por parte de elementos de la FGE de Morelos en contra de los dos jóvenes que se encuentran detenidos -uno de ellos estuvo hospitalizado por herida de bala-.
“También, para que ejerza su facultad de atracción sobre la carpeta de investigación que fue iniciada en su contra, toda vez que al ser el fiscal la supuesta “víctima”, se actualiza un evidente conflicto de intereses y no puede ser quien encabece las investigaciones de los hechos acontecidos”, dice el comunicado.
Al cumplirse las 48 horas que establece la ley para definir su situación jurídica, la Fiscalía General de Justicia puso a disposición de un juez a los dos muchachos bajo los cargos de homicidio en grado de tentativa en agravio del jefe de escoltas del fiscal, así como daño en las cosas.
Hasta el momento de redactar la presente columna no se había dado a conocer el resultado de la audiencia de control de detención celebrada en una de las salas de juicios orales del Tribunal Superior de Justicia, ubicadas en la ciudad judicial de Atlacholoaya, siendo el juez de la causa Eddie Sandoval Lomé, quien también se ha encargado de varios procesos álgidos y con connotaciones políticas.
Pero cualquiera que sea el resultado, lo único seguro es que va a provocar controversia, pues por un lado hay señalamientos de tortura por parte de los escoltas del fiscal que quedaron registrados en varios videos, pero también se observa que los jóvenes detenidos iban totalmente alcoholizados y así bien pudieron haber sido capaces de cualquier cosa.
Por eso es entendible la reacción de los escoltas al tratar de bajar del vehículo a las dos personas que los habían amenazado y se les habían “cerrado”, y luego al ver que, lejos de detenerse, los dos mozalbetes hicieron todo lo posible por continuar su camino.
Lo que no se justifica es el actuar de los escoltas después de la detención. De acuerdo a lo que se observa en los videos estos arremeten contra los dos jóvenes y comienzan a interrogarlos.
Se espera que hoy lunes salga el fiscal a decir qué medidas tomó contra sus malos elementos, y la “salomónica” resolución del Juez Sandoval Lomé para no quedar como un funcionario judicial al servicio del poder ejecutivo, pero tampoco a favor del fiscal.
En estos tiempos tan escabrosos, es indispensable que cada una de las instituciones realice lo que le dicta la ley. Nada más.
HASTA MAÑANA.