Podríamos enfrascarnos en este espacio en una danza de cifras, estrategias, escenarios, estadísticas y porcentajes de probabilidad de quién será el candidato de Morena al gobierno de Morelos en el 2024, pero desde nuestro particular punto de vista todo lo anterior sería inútil, pues en ese partido político el único que decide es Andrés Manuel López Obrador, y hoy por hoy los personajes más cercanos a su guía moral se llaman Rabindranath Salazar Solorio y Margarita González Sarabia.
Lo anterior no significa que estén descartados personajes como Juan Ángel Flores o Rafa Reyes, e incluso Agustín Alonso, pero AMLO no es hombre de cifras, sino de corazonadas. Ya lo demostró en Guerrero, donde a pesar de la mala fama de Félix Salgado Macedonio, lo sostuvo en la candidatura a pesar de los señalamientos de delitos tan graves como la violación, y cuando el Instituto Nacional Electoral lo sacó de la jugada, no le importó hacer algo tan burdo como fue la sustitución de “El toro sin cerca” por “La torita”, o sea su hija.
Bajo esa perspectiva, podríamos decir que Margarita González Sarabia lleva la delantera, pues a ella la conoce hace décadas. Nació en el Distrito Federal y a partir de 1984 radica en Cuernavaca. Su familia es propietaria de uno de los balnearios más importantes en la entidad, “Las Estacas”, que fundó su abuelo en 1947.
De origen aristocrático, Margarita González Saravia estudió en la escuela de monjas Colegio Francés del Pedregal y al terminar sus estudios, a los 18 años, decidió ir a ayudar a las comunidades populares y campesinas, cuando el país estaba en plena efervescencia por los sucesos estudiantiles de 1968.
En aquellos movimientos sociales de finales de los años setenta y principios de los ochenta, Margarita ya tenía una auténtica vocación de servicio. Para ella comenzaba la lucha por el cambio social y tenía ante sí la oportunidad de participar en uno de los momentos especiales donde los movimientos sociales iban a revolucionar a México entero y finalmente, tendría la oportunidad de ser partícipe de la generación de lo que ella misma siempre ha sido: una mujer de izquierda, comprometida con sus principios y sus semejantes.
Después de trabajar varios años en diferentes organizaciones sociales, conoció al ingeniero Heberto Castillo Martínez con quien colaboró durante su campaña Movimiento Revolucionario del Pueblo (MRP).
Siendo Margarita integrante de la campaña del Ingeniero Castillo, Cuauhtémoc Cárdenas lanzó su candidatura para la presidencia de la República, Heberto Castillo se le unió, para dar paso al Partido de la Revolución Democrática (PRD). Suponemos que fue en esos años cuando conoció al tabasqueño que soñaba con ser presidente de la República.
Ya en la época reciente Margarita organizó y fue presidenta del Patronato del Centro Histórico de Cuernavaca. La finalidad era buscar recursos para mejorar las calles de Cuernavaca, dar impulso al Consejo de Cronistas, apoyar los servicios culturales del Centro Histórico.
Por su origen empresarial y su vocación dentro del sector turístico, en 1994 es nombrada presidenta de la Asociación de Balnearios del Estado de Morelos. En 1998 fundó la “Asociación de Parques Acuáticos y Balnearios, A.C. a nivel nacional, siendo presidenta durante cuatro años, así como la Asociación de Hoteles del Estado de Morelos y el Consejo de Turismo Estatal de Morelos.
En 1999 funge como Subsecretaria de Turismo de Morelos, en 2000 como secretaria de Desarrollo Económico y Turístico del gobierno estatal. Es en 2015 cuando es llamada por la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, a formar parte de sus proyectos de trabajo, haciéndose cargo de la labor de capacitación del Patronato Universitario.
En febrero del 2018 Margarita fue designada por Cuauhtémoc Blanco como secretaria de Desarrollo Social del Ayuntamiento de Cuernavaca, y en noviembre de ese mismo año protesta como titular de la Secretaría de Turismo y Cultura del Gobierno del Estado, donde estuvo hasta que fue invitada personalmente por Andrés Manuel a trabajar en su gabinete.
En esta columna dimos cuenta de que el presidente le pidió trabajar con él precisamente en septiembre del año pasado, tras pernoctar en “Las Estacas” y desayunar en ese paradisiaco lugar. La cercanía de Andrés Manuel y Margarita no está en duda, así que lo único que faltaría es que el presidente decida si quiere que Morelos sea gobernada por una mujer. Algunos ponen como segunda opción a la senadora Lucía Meza Guzmán, pero el andar saltando de un partido a otro (PRD-Morena-Fuerza por México) le ha restado puntos frente a la figura presidencial.
En este sentido, Rabindranath tiene mucho menos tiempo de conocer a AMLO que la hoy directora de la Lotería Nacional. Cuando Margarita y Andrés Manuel luchaban juntos por un nuevo proyecto de nación, Rabindranath era un simple director del Sistema de Agua Potable de su pueblo natal, Tejalpa.
De ahí para adelante fue meteórica la carrera del joven egresado de la Facultad de Contaduría y Administración de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), como meteórica fue también la mejoría económica de él y de su familia.
A partir de su llegada al Senado en el 2012 como producto de una negociación con Graco Ramírez Garrido, Rabindranath Salazar comenzó a acercarse al hoy presidente, pero sobre todo a Yeidkcol Polenvsky, a quien apoyó en todo para que ella dirigiera el naciente Partido Movimiento de Regeneración Nacional que llevó a López Obrador a la presidencia.
Para nadie es un secreto que ya todos los morenistas de Morelos daban por hecho que Rabindranath Salazar sería el candidato a la gubernatura en el 2018, pero a nivel cupular decidieron que Morena fuera en coalición con un nuevo partido llamado Encuentro Social y que éste pusiera al candidato, resultando ser el entonces presidente municipal de Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco Bravo.
En los hechos esto fue visto como un “sacrificio” de Rabindranath en aras de la estabilidad política, dándole como premio de consolación la dirección del Bansefi, hoy Banco del Bienestar. A la fecha sigue siendo un misterio el verdadero motivo por el que fue removido pocos meses después de ser nombrado en ese cargo y puesto en la Subsecretaría de Gobernación. Sus detractores dicen que “lo cacharon” haciendo cosas que están prohibidas en la Cuarta Transformación, pero sus simpatizantes aseguran que fue para darle más juego político con miras a su lanzamiento a la gubernatura en el 2024.
Lo cierto es que Rabín no ha descuidado sus redes en Morelos. Con la ayuda de sus familiares e incondicionales, mantiene bajo control el partido a nivel estatal, primero con Miguel Lucía y después con Gerardo Albarrán, para la postulación de candidatos afines a sus proyectos. Había dejado en el Senado a un hermano que desgraciadamente falleció, y ahora dispuso que su otro hermano sea regidor, y su cuñado magistrado, con lo que busca cubrir todos los flancos para cuando llegue la hora de ir por la gubernatura.
Obviamente para ello necesita que millones de personas sigan creyendo en el proyecto de la cuarta transformación que encabeza Andrés Manuel López Obrador y ese apoyo se refleje en una votación en cascada para el 2024. Si la “ola morena” cae, también cae Rabindranath y todos sus seguidores.
HASTA MAÑANA.