Con el semáforo epidemiológico en verde, y concluido el proceso electoral 2021, ya no le quedan pretextos a la dirigente de la Sección XIX del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Gabriela Bañón Estrada, quien deberá emitir en breve la convocatoria para que se registren los aspirantes a representar a los más de 20 mil profesores sindicalizados que hay en nuestra entidad, sin contar a los jubilados.
¿Y quién suena para suceder a la otrora modesta maestra de aula que pasará a la historia por haber intentado llegar a una diputación plurinominal diciéndose indígena?
Son muchos los tiradores. Y por supuesto que la maestra Bañón Estrada va a intentar heredar la dirigencia a un grupo afín que le garantice que no emulará a la líder vitalicia de los maestros, Elba Esther Gordillo Morales, que con todas las comodidades pero sí pisó la cárcel.
Quien esto escribe no es experto en la fuente educativa, pero sí tenemos muchos amigos del magisterio que nos transmiten el pulso de lo que ocurre en el sindicato más grande de Latinoamérica, particularmente en lo que se refiere a la sección XIX que abarca todo el estado de Morelos.
Y son ellos los que consideran que el próximo líder estatal del SNTE se encuentra en la siguiente lista:
1.- Felipe Castro Valdovinos. El que representa al sindicalismo elbista de hace décadas, corrupto y cínico. Su trayectoria como sindicalista ha estado lleno de tranzas, ha vendido desde plazas hasta candidaturas y comprometió el voto de los maestros para Rodrigo Gayosso a cambio de una jugosa cantidad de dinero.
Por eso es que su campaña en busca de la dirigencia magisterial no tiene límites monetarios. Aplica la máxima de “el fin justifica los medios” y seguramente también aplicará la de “el que paga para llegar, llega para robar”.
2.-Felipe Domínguez Alarcón, originario de Axochiapan, Morelos, maestro de primaria, licenciado en Educación Media con especialidad en matemáticas; como secretario de Desarrollo Tecnológico y Comunicaciones del SNTE le tocó participar en la creación del Fideicomiso FOAPESMOR, que tenía (o tiene) como objeto equipar a los profesores con computadoras para el desempeño de su actividad profesional. Cómo secretario de negociación salarial y prestacional generó la regularización de más de 2700 maestros que tenían responsabilidades distintas a su nombramiento. Fue regidor de la Comisión de Educación y Cultura del ayuntamiento de Cuernavaca durante el periodo 2012-2015.
3.- Joel Sánchez Vélez, a quien recordamos como tesorero del sindicato en tiempos de Mario Luis Salgado. Actualmente tiene un cargo en el ISSSTE-Morelos. Tiene una buena cantidad de seguidores pero se cierne sobre él un rumor de que “es el candidato de Gaby Bañón”, lo que consideramos difícil pero no imposible.
4.- Leandro Vique Salazar, quien lleva la vocación de maestro en la sangre, pues es hijo de profesores (fundadores del Colegio Dr. Río de la Loza), muy conocido en el medio y que ha desempeñado cargos tanto en el Sindicato como en el IEBEM, el último de ellos como director de Desarrollo Educativo de la dependencia que dirige Eliacín Salgado.
Los anteriores son los cuatro que más se mencionan, pero también tienen oportunidad profesores como Paul Pliego, un tal Alejandro Trujillo, o mujeres como Marina Aragón, Argentina Becerra y Joyce Rosas.
En la medida que los profesores puedan ponerse de acuerdo en la conformación de las planillas, se logrará un proceso de renovación “en santa paz”, porque lo peor que podrían hacer en este momento es comenzar a sacar sus “trapos sucios” (y vaya que los tienen), con tal de quitar del camino a los contrincantes.
Los maestros morelenses, al igual que en el resto del país, están obligados a renovarse. Deben entender que aquella época dorada en que se podían heredar las plazas ya pasó, y que ahora deben dar paso a las nuevas generaciones para que se ganan su lugar en las aulas a base de exámenes y no por tener “palancas” en el Sindicato.
Son muchos los retos del magisterio y para ello deben estar unidos, ya sea en un sindicato como el SNTE o incluso en una nueva organización que responda a las expectativas de los trabajadores de la educación.
Y después de que se renueve la dirigencia del SNTE forzosamente tendrá que renovarse también su brazo político que es el Partido Nueva Alianza. Este instituto político que fundó la profesora Elba Esther Gordillo (pero que perdió el registro a nivel nacional) de acuerdo al documento emitido por el Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (Impepac) con el numeral CEE/010/2021, el 11 de enero del 2021 se aprobó la modificación o reestructuración del Consejo Estatal y Comité de Dirección estatal de Nueva Alianza Morelos, quedando integrado de la siguiente manera:
Presidenta, Zitlally Suárez Durán; secretario general, Mario Luis Salgado Salgado; Coordinación Ejecutiva Político-Electoral, Adela Cantú Bañón; Coordinación Ejecutiva de Finanzas, María de los Ángeles Murillo Rivera; Coordinación Ejecutiva de Vinculación, Sharee Cruz Enríquez García; Coordinación Ejecutiva de Gestión Institucional, Alfredo Serna Hernández; Coordinación Ejecutiva de Asuntos Jurídicos, Kenia Lugo Delgado, y Coordinación Ejecutiva de Comunicación Social, Miguel Ángel Provisor Reyes.
Cabe mencionar que Adela Cantú Bañón es la hija mayor de la lideresa del SNTE en Morelos, en tanto que su hijo menor, Alfonso Hexiquio Bañón, fue designado como responsable de la Unidad de Transparencia del Partido y una prima de éste, Griseli Giles Hexiquio también aparece en la nómina.
Es decir, entre madre e hijos controlan tanto el sindicato de maestros como el Partido Nueva Alianza, que tradicionalmente fue el brazo electoral de la maestra Elba Esther Gordillo, y ella negociaba a su conveniencia con los candidatos presidenciales en turno.
Pero todo lo que inicia tiene que terminar y tal parece que la época de Gabriela Bañón Estrada está a punto de terminar. A menos que encuentre otro pretexto para mantenerse en el cargo.
HASTA EL LUNES.