El sexenio de Graco Ramírez fue como un episodio de la realeza española, en el que el gobernador era el rey, doña Elena la reina y sus dos hijos (Rodrigo y Domingo), los príncipes. Mariana, la otra hija, se mantuvo al margen.
Doña Elena provenía de la aristocracia y tenía gustos caros, se decía experta en arte y era amiga de artistas e intelectuales. A lo largo de su vida fue haciendo su grupo de incondicionales a los que benefició mucho cuando fue “primera dama” de Morelos.
Uno de esos artistas fue el escritor Jorge Fabricio Hernández. Quizás al lector no le suene el nombre, pero si le decimos que fue el funcionario de la Cuarta Transformación despedido recientemente de su cargo como ministro de Asuntos Culturales de México en España por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), presuntamente por haber ofendido a la embajadora, entonces lo recordará.
Pues bien, es muy posible que el literato sea citado a declarar en Morelos en torno a un libro que presuntamente le pagaron, pero que nunca entregó.
De acuerdo a la denuncia presentada por la entonces secretaria de Turismo y Cultura, Margarita González Saravia (hoy flamante directora de la Lotería Nacional), el gobierno de Morelos le proporcionó al escritor recursos financieros para la elaboración de un libro-homenaje de Joy Laville, una pintora inglesa que vivió mucho tiempo en Cuernavaca. Pero el libro, hasta donde la autoridad tiene conocimiento, no existe.
En el año 2014, se otorgó al Gobierno del Estado de Morelos, un monto total de $32’061,251.00 (Treinta y dos millones sesenta y un mil doscientos cincuenta y un pesos 00/100 M.N.), en el marco del convenio número CNCA/DGVC/CCOORD/01586/14, signado entre el entonces órgano administrativo desconcentrado de la Secretaría de Educación Pública, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA) y la entonces Secretaría de Cultura del Poder Ejecutivo del Gobierno del Estado de Morelos, con fecha 03 de marzo de 2014 en la Ciudad de México, para el desarrollo de 30 proyectos culturales, dentro de los cuales, se encuentra el proyecto “Fondo Editorial”, con un monto total de $2’000,000.00 (Dos millones de pesos 00/100 M.N.), consistente en la generación de material para la difusión de trabajos realizados por morelenses o intelectuales recientes en Morelos; siendo que dentro de dicho proyecto, se encontraba la publicación de cinco libros, entre ellos la impresión de “Joy Laville”, por dos mil ejemplares, al cual se le tenía otorgado un monto de inversión que por parte de la otrora Secretaría de Cultura constituía la cantidad de $761,000.00 (Setecientos sesenta y un mil pesos 00/100 M.N) y, por parte del entonces órgano administrativo desconcentrado de la Secretaría de Educación Pública, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), la cantidad de $839,000.00 (Ochocientos treinta y nueve mil pesos 00/100 M.N), por concepto de impresión del libro en homenaje a Joy Laville (honorarios y pago a proveedor); en él, figura como titular y representante legal Cristina Josefina Faesler Bremer, asistida del entonces Director General de Administración, Héctor Amado López Álvarez; ahora bien, del convenio señalado en líneas que anteceden, se desprenden ciertas obligaciones adquiridas por la otrora Secretaría de Cultura, que guardan estricta relación con los Criterios para el otorgamiento de Subsidios Autorizados en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2014.
En dicho contexto, de las documentales que se adjuntaron a la denuncia se advierte que, en primera instancia se vulneraron desde un inicio los plazos establecidos para la ejecución del proyecto “Fondo Editorial”, tan es así, que mediante oficio número SC/CPE/JDE/019/2014 de fecha 21 de agosto del 2014, signado por Gabriela Martínez Herrera, en ese entonces Jefa del Departamento de Evaluación, y dirigido a Manuel Zepeda Mata, en ese entonces, Subsecretario de Fomento a las Artes, en seguimiento a los Proyectos Culturales Subsidios 2014, le hace llegar las observaciones referente al proyecto de su área, emitidas por CONACULTA, a través de la Dirección General de Vinculación Cultural, con el fin de que sean subsanadas y entregadas, a más tardar el día 27 de agosto de ese año y sin opción a prórroga.
Una vez que se llevaron a cabo diversas modificaciones al programa, en virtud de la falta de cumplimiento en los términos establecidos, por parte de los servidores públicos que se relacionan en la presente denuncia, nuevamente Cristina Josefina Faesler Bremer, en ese entonces Secretaría de Cultura, mediante oficio SC/CPE/600/2015, solicita la autorización para la modificación del proyecto “Fondo Editorial” perteneciente a Subsidios Proyectos Culturales 2014 de acuerdo con el convenio número CNCA/DGVC/CCOORD/011586/14, mismas modificaciones que, entre otras, consistía en una nueva prórroga hasta el mes de noviembre del 2015; a lo cual, Claudio Aguilar Nava, en ese entonces Director de Promoción, Formación y Desarrollo CONACULTA, mediante oficio número DGVC/DPFD/OFICIO/799/2015 de fecha 15 de septiembre del 2015, señala lo relativo al proyecto “Fondo Editorial”, puntualizando que:
“…En respuesta a su comunicado SC/CPE/600/2015, relativo al Subsidio para Proyectos Culturales 2014, formalizado mediante el documento jurídico CNCA/DGVC/CCOORD/01586/2014, en particular al proyecto Fondo Editorial, le comento que de acuerdo a lo establecido en el oficio DGVC/DPFD/OFICIO/695/2015, no es posible autorizar otra prórroga, por lo que, mucho le agradeceré que en caso de no haber concluido el proyecto, haga llegar a esta Dirección el original del formato de reintegro correspondiente para proceder a la devolución de los recursos a la TESOFE bajo el procedimiento establecido…” .
Advirtiendo lo anterior, fue la propia Jefa de Departamento de Evaluación, Gabriela Martínez Herrera, quien perfecciona el requerimiento por parte del entonces órgano administrativo desconcentrado de la Secretaría de Educación Pública, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), al informarle que, no procedió la autorización de prórroga del proyecto mediante oficio número SC/CPE/JDE/113/2015, de fecha 17 de septiembre de 2015, a Manuel Zepeda Mata, en su carácter de Subsecretario de Fomento a las Artes de la otrora Secretaría de Cultura del Poder Ejecutivo del Gobierno del Estado de Morelos.
Situación de la cual, hizo caso omiso el Poder Ejecutivo del Gobierno del Estado de Morelos, a través de su Secretaría de Cultura, ya que, con fecha 29 de septiembre de 2015, la Dirección General de Administrativa de la Secretaría de Cultura, envía a la Dirección General de Presupuesto y Gasto Público de la Secretaría de Hacienda del Gobierno del Estado de Morelos, las solicitudes de liberación de recursos (SLR) tramitadas y signadas por los siguientes servidores públicos; Manuel Zepeda Mata, Subsecretario de Fomento a las Artes, en su calidad de solicitante y Héctor Amado López Álvarez, Director General de Administración otorgando su visto bueno.
“Aunado a todo lo anterior, de los archivos con que cuenta esta Secretaría de Turismo y Cultura a la fecha de presentación de la denuncia en que se actúa, no existe evidencia de entrega de ningún texto del libro homenaje a Joy Laville y, mucho menos, de la entrega que tendría que haber realizado la empresa Vettoretti Impresores S.A. de C.V., como el proveedor encargado de llevar a cabo la impresión de los ejemplares del libro”, señala la denuncia cuya copia obra en poder de este columnista.
“De la misma manera, cuestión que resulta de relevancia, constituye el actuar de los hoy imputados, al efectuar los pagos a Jorge Fabricio Fernández López, supuestamente por concepto de realización del texto general del libro Joy Laville, por un monto de total de $318,000.00 (Trescientos dieciocho mil pesos 00/100 M.N.), fraccionado en seis pagos de $53,000.00 (Cincuenta y tres mil pesos 00/100 M.N.). con I.V.A. incluido, así como, el pago realizado a la empresa Vettoretti Impresores S.A. de C.V., supuestamente para la impresión de los ejemplares del libro base del proyecto, por un monto de $590,999.93 (Quinientos noventa mil novecientos noventa y nueve 93/100 M.N.). con I.V.A. incluido, una vez que la Federación ya había solicitado un reintegro de los recursos federales otorgados, lo cual, toma mayor relevancia al haber efectuado dichos pagos, sin haber llevado a cabo la celebración de algún contrato mediante el cual se establecieran, entre otras cosas, el objeto de la contratación, dado que, únicamente por encima de toda normatividad, llevan a cabo los mismos sin una autorización expresa para hacerlo.
Un dictamen pericial aportado por la Fiscalía Anticorrupción especifica un daño patrimonial por 908 mil 999 pesos por concepto de los pagos realizados y los cuales no se encuentran justificados.
Tras realizar la imputación, la agente del Ministerio Público solicitó al juez como medidas cautelares, la imposición de firma periódica mensual y la prohibición para salir del país, en tanto, se otorgaron 144 horas a la defensa para la audiencia de vinculación a proceso.
Doña Cristina Josefina Faesler Bremer deberá explicar por qué realizó el pago de ese dinero al escritor y al impresor, y lo más seguro es que el literato tenga que venir a declarar qué hizo con ese dinero, y el señor Vettoreti tenga que explicar cuánto dinero recibió y si ese dinero realmente fue para la impresión del libro sobre Joy Laville, o para algún libro sobre la historia de Los Patios de la Estación.
HASTA EL LUNES.