La buena: el próximo 31 de diciembre termina el desastroso trienio de Juana Jazmín López Solano y su asesor Anastacio Solís Lezo. La mala: comienza el trienio de Juanita Ocampo, quien ya ocupó el mismo cargo y no hizo nada. La peor: el que gobernará en Temixco será el síndico Andrés Duque Tinoco. Conclusión: pobre Temixco.
La tarde del lunes, ante decenas de empleados del Ayuntamiento que hicieron las veces de público en el Balneario de Temixco, la alcaldesa no pudo ocultar su desánimo al leer el documento que contenía su informe de resultados 2019-2021 al frente de la administración municipal.
No podía ser para menos: por la mañana su equipo jurídico le había pasado el tip de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación confirmaría el triunfo de Juanita Ocampo en las pasadas elecciones donde ella buscó la reelección, pero ahora bajo las siglas del Partido del Trabajo.
Así que, más que informe, fue una despedida. Su informe fue pobre en todos los aspectos; dio a conocer que se llevaron a cabo más de siete mil servicios en el cambio de luminarias, con una inversión de cuatro millones de pesos.
Durante el año de pandemia se invirtieron recursos económicos para mantener las medidas de higiene además de los apoyos a las familias afectadas quienes desafortunadamente perdieron su empleo y se vieron beneficiados con el programa comidas calientes, en el cual se invirtieron cinco millones de pesos en dónde se vieron beneficiadas ocho mil 152 personas con alimentos calientes.
Su magna obra: el mirador del cerro de las tres cruces. Y la otra: la donación del predio para que el gobierno federal construyera un banco del bienestar. No hubo más.
Fueron tres años perdidos para los temixquenses pero de jauja para la presidenta municipal y su familia. A ellos sí la pandemia les cayó “como anillo al dedo”, y podrían haberse mantenido otros tres años de no ser porque Juana Jazmín no logró la candidatura de Morena como hace tres años y de última hora tuvo que pactar con el Partido del Trabajo.
Ni porque utilizó todo el aparato del gobierno municipal pudo alcanzar el triunfo en las urnas, y aunque todavía hay una última instancia para impugnar, sus seguidores ya lo ven imposible y andan buscando cómo acomodarse con el próximo gobierno, “al cabo que también es de la cuarta transformación”.
Recordemos que Jazmín fue la oficial mayor del Ayuntamiento con la maestra Irma Camacho, que en paz descanse, y quedó como leyenda urbana el que ella, junto con la tesorera Dariela Aguilar, obtuvieron cheques firmados de la presidenta municipal el mismo día que falleció.
También, como otra leyenda urbana, el documento que su secretaria particular le quiso hacer firmar a la maestra Camacho, aprovechando su precaria salud, con el que una importante constructora se beneficiaría para la edificación de una zona habitacional, pero fue descubierta y ya no pudo obtener la firma.
Esa señora, que era su secretaria particular de la maestra Camacho, es cercanísima a Andrés Duque Tinoco, quien a partir del primero de enero será quien mande en el nuevo gobierno.
¿Y por qué decimos que Andrés Duque Tinoco será el verdadero presidente municipal de Temixco? Pues por simple lógica. El ex diputado local fue quien puso el dinero para toda la campaña de la Coalición PES-Morena-Nueva Alianza, y si él no apareció en la boleta como candidato, fue porque lo habrían bajado las autoridades electorales por aquello de la paridad de género.
Por eso fue que pusieron en la boleta a la señora Juanita Ocampo, cuyo único mérito es haber sido madre de Gisela Mota Ocampo, la alcaldesa asesinada por la delincuencia organizada en el primer día de su mandato, misma que llegó bajo las siglas del extinto Partido de la Revolución Democrática (PRD).
No olvidemos que, con el apoyo económico de Rodrigo Gayosso (en este tiempo presidente estatal del PRD), los seguidores de Gisela Mota tomaron la presidencia municipal para impedir que la maestra Camacho, a quien le correspondía asumir el cargo por aparecer como suplente en la boleta, pudiera ser la presidenta en funciones.
Ese movimiento estuvo encabezado por Anastacio Solís Lezo y Carlos Caltenco Serrano, quienes incluso se atrevieron a señalar directamente al entonces senador Fidel Demédicis Hidalgo, como el autor intelectual del asesinato de Gisela.
Finalmente le permitieron a la maestra Camacho asumir la alcaldía a cambio de darles cargos a todos los mencionados en la administración municipal, y con tan mala suerte que la profesora falleció de una enfermedad que la aquejaba de tiempo atrás. Ya sin ella, fue fácil impulsar a doña Juanita a la presidencia municipal por un periodo muy corto al final del trienio.
Ya se va Anastacio Solís, el ex diputado federal perredista que se convirtió en el asesor general de la otra Juanita (aunque no le gusta que le llamen por ese nombre, sino por Jazmin); pero llega Carlos Caltenco a seguir viviendo del recuerdo de Gisela Mota. No sabemos todavía qué función asumirá, pero de que estará atrás de doña Juanita, eso es seguro.
Como podemos observar, es la misma gente que ha venido saqueando al sufrido municipio de Temixco, y sólo se van cambiando de partido según les va conviniendo. Doña Juanita era perredista, hoy es morenista; Andrés Duque ganó la diputación por Morena, pero inmediatamente se pasó al Partido Encuentro Social, casualmente al mismo tiempo que su esposa era designada como directora del Instituto de Crédito para los Trabajadores al Servicio del Estado.
Habrá que esperar a conocer el gabinete del Ayuntamiento 2022-2024, para poder descifrar cómo quedaron repartidos los diferentes grupos políticos que se disputan el poder en ese municipio, y también conocer los nombres de aquellos funcionarios que, habiendo entrado con Jazmin Solano o incluso antes que ella, y logren mantenerse en el Ayuntamiento.
Esperamos equivocarnos, pero conociendo a las personas antes mencionadas, pronosticamos que antes del primer año habrá un rompimiento entre el grupo de doña Juanita y el de Andrés Duque.
El único que tiene todo bajo control es Fabián Real Maldonado, quien fuera pareja de Gisela Mota y que maneja el corralón vehicular de Temixco. Al menos es lo que anda diciendo, y a juzgar por las constantes fotografías que publica en su muro de Facebook, está muy seguro de ser ratificado por el síndico municipal.
HASTA MAÑANA.