Ayer comenzó el foro para analizar la iniciativa de Ley General de Prevención y Protección ante Agravios a Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, organizado por la representación estatal de la Secretaría de Gobernación que en Morelos encabeza Carlos Alberto Brito Ocampo. Es un evento de dos días que a última hora se cambió al auditorio Emiliano Zapata de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos.
La primera jornada estuvo “multicolor” y un poco desordenada, comenzando por el retraso de algunos funcionarios y que algunos activistas y periodistas no respetaron el protocolo en el uso del micrófono. Y qué bueno, pues así nos ahorramos escuchar a servidores públicos que sólo fueron a tomarse la foto o porque sus jefes los mandaron.
En el presídium estaba “todo mundo”. Desde la representante del delegado de la PGR que envió a una funcionaria que no sabía a qué iba; el ombudsperson Raúl Israel Hernández Cruz que aprovechó los reflectores para anunciar que ya le ganó otro round al gobierno del estado; la fiscal especial de delitos de alto impacto, Adriana Pineda Fernández, y su jefe, Uriel Carmona Gándara, que repitieron casi lo mismo.
Todavía faltaba que dieran su discurso el subsecretario de Gobierno, Mauricio Termignoni, la titular de Atención a Víctimas, Penélope Picazo, el enviado del vicealmirante Guarneros y hasta el representante del Poder Judicial, Andrés Hipólito Prieto, cuando un grupo de activistas y algunos periodistas se pararon para gritar consignas en protesta por el asesinato de integrantes de ambos gremios.
“Estamos aquí hoy 24 de marzo de 2022, sosteniendo listones negros en el puño izquierdo, como símbolo de la ausencia de las vidas de aquellas personas defensoras de derechos humanos y periodistas asesinadas, aquellas que los gobiernos municipales, estatales y federales no han podido sostener ni proteger”, dijo una de las activistas.
“Estamos a poco más de la mitad de un sexenio que inició con una esperanza generalizada de transformar la terrible realidad sangrienta que llevábamos años viviendo, pero no ha cambiado. De acuerdo a las estadísticas, el sexenio encabezado por Andrés Manuel López Obrador se ha convertido en uno de los más violentos para quienes ejercemos la defensa de los derechos humanos y el periodismo en México”, agregó.
Por otro lado, ante el posible cambio de la ley federal a “Ley General de Prevención y Protección ante Agravios a Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas” exigieron que no se delegue la mayor responsabilidad a las autoridades estatales ni a los mecanismos locales, ya que, en la mayoría de los casos significaría poner nuestra seguridad en manos de nuestros violentadores.
“Si bien en Morelos ya contamos con el Mecanismo de Protección, no debemos olvidar que la Instalación se realizó en un contexto de presión por parte de instancias federales, así como las voces insistentes de activistas y periodistas que habían sido constantemente ignoradas. No es un acto de voluntad política ni por interés genuino para proteger nuestras vidas. Basta de simulación”, recriminaron.
Y ante el riesgo de que la ceremonia de inauguración con discursos vacíos continuara, otro grupo –éste sí de puros periodistas- pidió el micrófono para dar a conocer una lista de peticiones, entre las que destacan que se atienda por separado a activistas y periodistas.
También criticaron que en Morelos los periodistas se hayan convertido “en carne de cañón” de actores políticos de diferentes poderes del Estado, en una lógica de “estás conmigo o contra mí”. “Se han registrado amenazas, condicionamiento de publicidad oficial, acusaciones y hasta una rebatinga pueril en redes sociales entre actores políticos antagónicos de las esferas más altas de quién tiene más periodistas y medios de comunicación a su favor”, dice el manifiesto.
Entre las propuestas están la de prever en la ley la creación de uno o varios albergues dignos para periodistas, en los que se pueda dar resguardo a las y los colegas y sus familias, en los casos que requieren ser extraídos de sus estados al estar en riesgo su integridad física.
Hasta ahí todo iba bien, pero la gente pretendía seguir haciendo uso del micrófono. También Pepe Martínez Cruz se aventó su “speech” y el representante de una organización nacional de periodistas.
La reunión continuó con participaciones principalmente de activistas que se quejaron de todo. Bien dijo la psicóloga Ixlol Cielo Preciado que hubo una especie de catarsis de todos los oradores.
Todos quieren que el Estado GARANTICE la seguridad de los ciudadanos como si se tratara de un designio divino. Ni con un policía por cada ciudadano se evitaría que se cometieran delitos, de ahí que deberíamos de comenzar por no pedir utopías, sino cosas reales.
Lamentablemente, el evento de ayer y que continúa este día, sólo tiene como finalidad cumplir con el requisito de que una iniciativa de ley se socialice, pero al final los legisladores del partido en el poder la aprobarán tal como la proponga el Poder Ejecutivo.
Por desgracia, México se encuentra dividido entre conservadores y progresistas, entre “fifís” y “chairos”, entre periodistas militantes y periodistas “mercenarios”; entre seudo activistas y activistas comprometidos y el único que decide quién es bueno y quién es malo es el que dispone de dos horas diarias en los medios oficiales de comunicación para decir lo que quiera de quien quiera.
Todos sabemos que están matando periodistas, pero también están matando activistas, mujeres, homosexuales, alcaldes, adolescentes, campesinos, migrantes, abogados, niños, etcétera. También, ha quedado demostrado que ningún Mecanismo ha servido para evitar que la delincuencia organizada termine con la vida de defensores de derechos humanos y trabajadores de la información.
Luego entonces, no necesitamos un órgano burocrático más para que Alejandro Encinas vaya con el presidente y le diga: “Misión Cumplida Señor”. Lo que necesitamos es que cada institución de gobierno cumpla lo mejor que pueda con lo que le corresponda. No necesitamos más leyes sino que se cumplan al pie de la letra las que ya existen.
HASTA EL PRÓXIMO LUNES.